PRIMAVERA POLAR EN SIERRA CEBOLLERA. 2 DE ABRIL DE 2022.

El buen tiempo se mantiene a pesar de que estamos en los primeros días del mes de abril del año 2022. Los diversos barómetros que tengo en casa han detectado el brusco cambio de la presión atmosférica y parece que algo interesante va a ocurrir. Los titulares de los informativos son de lo más alarmista: “Zarpazo polar”, “El invierno en la puerta de casa”, “Conoce si en tu localidad va a nevar”, “España se congela” y otros similares.

Después de un invierno demasiado suave y seco, parece que algo llega a comienzos de la primavera y todo ello pocos días después de haber disfrutado de una de las mayores nubes de polvo sahariano que cubrió toda España con una gruesa capa de arena del desierto. Por cierto, nubes de polvo que fertilizan bosques, campos y océanos del planeta entero y son necesarios para su supervivencia. El polvo sahariano es rico en hierro y fósforo, lo que lo convierte en el más potente fertilizante natural. Incluso la selva amazónica y multitud de especies marinas se benefician de este maná caído del cielo. Los medios ven la ocasión para publicar artículos del siguiente contenido: “Cómo quitar el polvo sahariano del coche”, “Cómo limpiar el polvo del desierto de tu terraza y jardín”, en fin………. Yo prefiero soplar y dar un ligero manguerazo o esperar a que llueva antes de seguir ese tipo de consejos que te ocuparán el fin de semana lavando el coche con jabones neutros y ceras naturales o sacando brillo con trapos ecológicos a mis enseres del patio rociados por tan preciado regalo de la naturaleza.

Este primer fin de semana de abril me he ido a Soria para poder comprobar en persona la dureza del clima tan anunciado y poco deseado por la sociedad en general. Arranco el Defender a un grado de temperatura exterior y un fuerte viento helado. La cosa pinta bien. Lleno el depósito de gasoil por lo que pueda surgir y me dirijo directamente a Molinos de Razón donde accedo a la Sierra de Cebollera que está blanca y cubierta por plomizos nubarrones. En la parte baja nieva ligeramente y las pistas están muy resbaladizas por el barro y el hielo. Conduzco con precaución pues el agua sólida es sin duda el peor enemigo en estas situaciones. Ya puedes llevar unos buenos neumáticos que si hay hielo de poco sirven.

Tras algunos deslizamientos controlados, voy tomando altura a través de un cortafuegos recientemente arreglado hasta alcanzar los 1500-1600 metros de altitud. Empieza a nevar con fuerza y la ventisca aumenta. Empiezo a sentirme cómodo y el coche agarra perfectamente en la capa de nieve en polvo de unos 10 centímetros recién caída. No obstante, viene a mi mente la odisea sufrida en estas mismas pistas hace unos años donde me encontré en una situación algo delicada, posiblemente la más delicada en la que me haya visto envuelto en este mundillo de disfrutar del 4×4 y la naturaleza en solitario. Ese día vi las orejas al lobo.

Ya en lo más profundo de la sierra y muy cerca del incidente con las orejas del lobo, me encuentro con un Toyota en el lateral del camino y a unos cientos de metros más allá a sus dos ocupantes, una joven pareja con dos perros antagónicos, uno muy pequeño y el otro un precioso y enorme mastín. A partir de este momento voy abriendo pista y comienza a haber más nieve y peligrosos ventisqueros. El coche está teniendo un comportamiento muy bueno, pero de mi cabeza no se va la imagen del lobo acechándome. Decido parar en un punto donde incluso era ya difícil distinguir el camino. Echo a andar para valorar la profundidad y dureza de la nieve. No es mucha, hasta ahora todo ha ido bien, pero se puede complicar en cualquier momento, sin darme cuenta, no sería la primera vez. Estamos a dos grados bajo cero, la cara se me congela. También los pies. En un acto primitivo y ancestral de contacto con la naturaleza me lavo la cara con nieve y sacio la sed. La sensación es alucinante.

No quiero darme la vuelta, no es mi estilo. Pero algo en mi interior me dice que no arriesgue demasiado pues el día puede amargarse. Tras un largo rato debatiendo entre mis dos yo, el prudente y el más osado, decido dar la vuelta pues me encuentro absolutamente solo y aislado, sin cobertura de móvil y al alcance de solo unos pocos. Sin duda la edad me concede el don de la prudencia. ¡Si hubiera estado acompañado no lo habría dudado un instante!

Vuelvo sobre mis pasos y vuelvo a encontrarme con la pareja de paseantes y sus perros. El mastín está tumbado en mitad del camino y no puedo pasar. La chica tira del perro para que se mueva, pero es imposible, parece un toro de lidia herido. El chico está maniobrando con el Toyota. Me bajo del coche para saludar y pregunto si necesitan ayuda. Todo correcto, el mastín está agotado y no tiene fuerzas para subirse al coche. Por más que sus dueños tiran de él para que se levante no lo mueven ni un centímetro. “No está costumbrado”, me dicen los dueños. Pobre animal, ¿cómo un mastín no da más de sí tras un paseo por la nieve? Posiblemente sea una víctima más de la vida urbana y sedentaria que le ha provocado cierta atrofia muscular, pues pocos perros hay tan fuertes y potentes como el mastín.

Prosigo mi camino con ganas de aventura y tomo un cortafuegos con fuerte pendiente que me llevará a los 1700 metros de altitud donde cae una fuerte nevada y el potente viento helado se cuela por las múltiples rendijas del Defender. Tras algún paso delicado donde es necesaria la reductora, hago parada para disfrutar del entorno y aprovecho para conservar fuerzas con un buen bocadillo de jamón ibérico recién traído de Extremadura, que elaboro y degusto en el interior del vehículo. El ambiente exterior es muy hostil y sin posibilidad de utilizar de forma cómoda el Land Rover como parapeto por la fuerza del viento y la copiosa nevada.

Sin prisa alguna, comienzo el descenso del resbaladizo cortafuegos llegando sin novedad a pista más transitable, muy nevada y donde pongo a prueba los neumáticos, la tracción 4×4, el bloqueo de diferencial, los flamantes 160 CV y a uno mismo al imponer un ritmo alegre hasta llegar a zona asfaltada.

En los 60 km. realizados por resbaladizo terreno, ha reinado una moderada y madura prudencia y dejo atrás al lobo cuyas orejas divisé hace unos años. Pero eso ya, amigos, es otra historia que también puedes leer en este blog.

Garray – Gallinero. 4×4. Románico y Repoblación

Yo mismo me sorprendo cuando sigo descubriendo parajes de la provincia de Soria realmente espectaculares. Son zonas que ya conozco, pero está claro que, sin duda alguna, aún me queda mucho por descubrir.

Como me muevo por el instinto y sin ningún tipo de artilugio electrónico, lo habitual es llegar a un punto de destino ya conocido, pero por una ruta distinta a la utilizada en otras ocasiones. Tampoco debemos engañarnos. Puedo ponerme un destino como objetivo y no llegar nunca a él, ni siquiera acercarme al mismo. Depende de lo que vaya surgiendo en el camino, creo que es una buena forma de seguir descubriendo lugares para mi hasta ahora desconocidos.

Con la llegada, por fin, del buen tiempo en este mes de marzo del año 2022, estos últimos fines de semana estoy bastante activo en lo que se refiere a rutas 4×4 con el Land Rover. Un frio intenso se adueña de la provincia, sopla un fuerte viento polar e incluso está lloviendo y nevando en cotas altas. Ya era hora. No obstante, está todo tan seco que el agua que cae es absorbida de forma inmediata por el terreno y no es fácil encontrar zonas divertidas y complicadas por el barro. Al menos, el polvo ha desaparecido y los caminos se encuentran más compactados lo que permite en ocasiones alcanzar velocidades más altas.

Mi objetivo es controlar una ruta desde Garray hasta Gallinero por pistas (unos 35 km.). Desde Gallinero ya tengo muy claro el trazado hasta Almarza (está muy cerca) desde donde se accede con facilidad a la Sierra de Cebollera donde las opciones son ya infinitas. Me centro por tanto en la primera etapa. Zona llana, con pistas bien conservadas y muy rápidas.

Comenzaremos en Garray, donde a la salida del pueblo tomaremos la carretera SO-615 y a los pocos metros saldremos de ella accediendo por la derecha a la pista de tierra que nos llevará hasta Renieblas. Pocos metros antes, justo antes de que acabe el pueblo, hay una tiendecita llamada El Puchy, donde te puedes aprovisionar de bebida y comida (sobre todo productos sorianos) para la dura jornada que te espera. Estos primeros tramos de pistas de tierra tienen alta visibilidad por lo que son muy, muy rápidos. Ya desde el primer momento debes poner todos los sentidos para orientarte y llegar a Renieblas. Por cierto, en Garray se encuentran las famosísimas ruinas de Numancia.

Iglesia Renieblas

En Renieblas existen restos de los campamentos romanos que sitiaron Numancia (siglos II y I a.c.), vestigios de la presencia de las tropas italianas durante nuestra guerra civil y no dejes de contemplar la Iglesia de la Nuestra Señora de la Cruz de origen románico, hoy en su mayor parte de estilo gótico (s. XVI) debido a todas las remodelaciones sufridas. Como digo, quedan restos de varios campamentos romanos que merecen una detenida visita. El lugar está señalizado, las vistas son espectaculares y el paseo por las ruinas es realmente agradable. Dedica tiempo y podrás hacerte una idea de la inmensidad de los campamentos construidos con piedra extraída del propio lugar y con capacidad alguno de ellos para 10.000 soldados. Dos mil años después de la presencia de las legiones romanas, fueron también soldados italianos los que ocuparon Renieblas, custodiando un aeródromo en las cercanías que servía de base para sus bombarderos. Aburridos estarían estas tropas, pues tallaron diversos motivos bélicos e inscripciones en una espectacular portada, casualmente construida con sillares esculpidos por sus antepasados romanos, en la que se puede leer, «Viva el Rey», «Viva el Duce», todo ello adornado con el yugo y las flechas, una bomba incendiaria y un símbolo que representa la fuerza mediante la unidad (fascio). En una inscripción grabada bajo la ventana se identifican con siglas las tropas que aquí estuvieron, «Regimiento Artilleros Voluntarios de Littorio».

Relieves Tropas Italianas (Renieblas)
Campamento Romano (Renieblas)
Portada con sillares romanos y relieves italianos
Relieves tropas italianas

Puedes dirigirte a continuación hacia la pequeña localidad de Los Villares de Soria, pueblo muy cuidado, con casas blasonadas e iglesia también de origen románico en sus inicios.

Casa blasonada. Los Villares
Iglesia Los Villares

Cambiaremos de rumbo y hacia el Oeste llegaremos por una pista rapidísima a los pueblecitos de Pedraza, Aylloncillo y Fuentelsaz, donde el nombre de los primeros delata su nacimiento en tiempo de la repoblación, una vez reconquistado el territorio a los musulmanes, así como el origen de sus primeros habitantes.

Destacan las modestas iglesias románicas de estas tres localidades que datan de finales del siglo XII. Las vistas desde la iglesia de Pedraza, situada en lo más alto del pueblo, son espectaculares.

Iglesia Aylloncillo
Iglesia Pedraza
Iglesia Fuentelsaz

Siguiente destino, Portelrubio, donde la visión del pueblo desde el camino es de absoluta paz y tranquilidad. Siempre hago aquí parada obligatoria y viendo desde este punto este pequeño pueblo, me planteo muchas cosas…. El Cerro de San Juan, al que ya he dedicado en este blog algunas líneas, está al lado y siempre es recomendable subir hasta arriba y disfrutar de una de las mejores vistas de la provincia.

Portelrubio

Pista directa, en muy buen estado y rápida hasta Cubo de la Sierra.  Bonita plaza del pueblo, enorme y presidida por la iglesia de Santo Tomás de origen románico. Antes de llegar a Cubo de la Sierra, habrás visto no muy lejos, la Casa Fuerte de San Gregorio cuya visita siempre es muy reconfortante.

En la zona norte de Cubo, por un lateral de la iglesia, pista de tierra que nos lleva directo al pueblo de Gallinero. Sorprende el aislamiento de este pueblecito y la grandiosidad de su iglesia de la Virgen del Rosario, de estilo gótico (S. XV), con enterramientos y escudos de la familia nobiliaria de los Vinuesa. Pueblo fruto de la repoblación realizada con gentes de La Rioja y donde en unos de sus barrios, Lumbrerillas, se mantienen las ruinas de la iglesia de San Miguel.

Gallinero
Gallinero
Lumbrerillas
Lumbrerillas

Tomando las pistas que salen en dirección norte, te puedes internar en lo que vienen llamando La Dehesa. En invierno, la Dehesa es muy fría pues recibe los vientos directamente de las cumbres de Piqueras. Al menos, las veces que he estado ahí, el frio es intenso y el viento azota con fuerza. Hay varias explotaciones ganaderas y es muy agradable ver pastar en libertad a terneros y caballos. Muy interesante el castro celtíbero situado en el Cerro de los Castillejos. Por cierto, hay una amplia zona de bosque de hayas muy bien cuidada.

A media ladera hay un camino sin salida que discurre lateralmente por esta sierra hasta una zona habilitada para puestos de zorzales y que nos deja muy cerca de lo que viene siendo uno de los mejores bosques de acebo de la península ibérica, el Acebal de Caragueta. Allí paré a comer unos embutidos que había comprado en El Puchi y de nuevo me doy cuenta de que, una vez más, me he venido sin agua. Dos semanas antes me ocurrió lo mismo y sufrí cierta deshidratación. Pues hoy, igual. Y también me estoy deshidratando, teniendo en cuenta el sospechoso color intenso de mis residuos líquidos y que llevo desde las 9 de la mañana sin beber. Comienza a nevar ligeramente y en un acto estúpido abro la boca para retener algún copo de nieve.

Parapetado por el Land Rover para protegerme del viento helado, disfruto de las espectaculares vistas mientras engullo mi seca comida: En el alto, la entrada al acebal y su masa forestal, el castro celtíbero del Alto de la Cruz, el cerro de San Juan, Numancia, Soria, sierra de Carcaña, sierra de Cebollera, Piqueras…… En el paisaje identifico los dos días de travesía que hacían mis antepasados trashumantes en su camino con las ovejas hacia Soria capital. No tengo prisa y sigue nevando ligeramente.

Vistas desde La Dehesa

Que nadie se quede con ganas de disfrutar de esta ruta por no tener un vehículo todoterreno, pues todos los pueblos mencionados pueden enlazarse sin problema alguno por asfalto.

Vuelta a casa por el mismo camino para afianzar mi orientación en futuras expediciones por la zona. A las 17,30 horas por fin bebo agua. Más tarde, ya en buena compañía, me desquito de la deshidratación con un buen vino en Bodegas Lázaro y en la cena, en el Fogón del Salvador, con unas verduras a la brasa, un tierno y exquisito churrasco de ternera y unas buenas cañas. Pero esto ya, amigos, sí que es otra historia.

Ganado en La Dehesa de Gallinero
El Fogón del Salvador

VIKINGOS EN AL ÁNDALUS

Cuando tuve conocimiento de que los vikingos habían atacado en varias ocasiones el territorio de Al Ándalus, me quedé bastante sorprendido y decidí investigar algo al respecto. Sin perjuicio de la consulta y estudio de sesudos documentos y trabajos elaborados por los mejores historiadores de nuestro país, me instalé en el cómodo sofá de mi casa durante muchas horas alternas para hacer un maratón de capítulos y temporadas de la famosa serie televisiva “Vikingos”. Todo ello para intentar ponerme en situación y conocer a estos hombres provenientes del frío y que tuvieron el valor suficiente para atacar y enfrentarse a los curtidos y feroces ejércitos Califales.

Pongámonos en situación: Los Vikingos son originarios de la zona de Noruega, Dinamarca y Suecia. Si bien son más conocidos por su brutalidad y afición al saqueo, también fueron grandes navegantes y comerciantes, así como expertos agricultores y ganaderos.

El término Vikingo, buscando su significado más amable o romántico, significa “Guerrero del mar”, pero traducido a la cultura europea podemos denominarlos simplemente como “Piratas”. Piratas agresivos, violentos y muy crueles. Realizaban incursiones muy rápidas y en muchas ocasiones contra objetivos indefensos. Tampoco ponían reparos para enfrentarse a ejércitos organizados y al saqueo de pueblos o ciudades perfectamente protegidas. Masacraban y esclavizaban poblaciones sin escrúpulo alguno. Los Vikingos eran una sociedad muy militarizada y con una arraigada cultura donde la actividad de  guerra y el saqueo estaba bien visto e incluso honraba a los que la practicaban.

La valentía de estos personajes, su crueldad, agresividad y sus amplios conocimientos de navegación, los convirtieron en temibles durante los 300 años que se ha venido denominando como la “Era Vikinga” (más o menos entre el año 793 y el 1066). Con sus rápidos barcos de bajo calado y timón desmontable, surcaban tanto mares y océanos como remontaban ríos para saquear poblaciones situadas en lo más interior del territorio. Barcos muy ágiles, sin camarotes ni bodegas, con una capacidad media de entre 40 y 50 hombres. Hombres fanáticos, temibles e insaciables, armados con hachas de metro y medio, espadas de doble filo, arcos y jabalinas. Nadie estaba a salvo de sus violentos ataques.

 Desde finales del siglo VIII hasta mediados del XI saquearon las costas de toda Europa. Países actuales como Inglaterra, Francia, Italia, Alemania, Siria, Rusia, Ucrania y muchos otros fueron objeto de conquista y/o pillaje por parte de los Hombres del Norte. Y tampoco quedó libre nuestra península ibérica de su temida visita:

La primera de ellas fue en el año 844. Se realizó un primer desembarco en la costa asturiana, cerca de Gijón y en la costa gallega, a la altura de La Coruña. Tras saquear varias aldeas cristianas, los Vikingos son expulsados, pero prosiguen su camino hacia el Sur desembarcando en Lisboa donde se enfrentan al ejército islámico durante trece días. Los hombres del norte abandonan Lisboa, pero lejos de poner fin a su aventura, prosiguen rumbo sur remontando el Guadalquivir. Al mismo tiempo, un grupo de sus naves continua por la costa llegando hasta Cádiz donde toman el puerto.

Los que remontan el Guadalquivir instalan su campamento en lo que hoy viene a llamarse Isla Menor, espacio que los musulmanes dedicaban a la cría de caballos por sus buenos pastos. Al día siguiente se realiza una primera expedición hasta Coria del Río donde saquean el pueblo y asesinan a su población. Tres días más tarde, el objetivo es la ciudad de Sevilla donde desembarcan y saquean la ciudad durante siete días. Los hombres y ancianos que no pudieron o no quisieron huir fueron eliminados y las mujeres y niños hechos cautivos. Después de dejar a buen resguardo su preciado botín en Isla Menor, vuelven de nuevo a la ciudad de Sevilla, ya desierta, donde únicamente pueden asesinar a unos ancianos impedidos refugiados en una mezquita.

 Con caballos robados de Isla Menor, se distribuyen por los alrededores de Sevilla para internarse en el territorio y proseguir su actividad de saqueo y asesinatos.

Durante estos terribles acontecimientos, el entonces Emir, Abderramán II, reúne un potente ejército movilizando tropas desde todos los puntos de Al Ándalus. El enfrentamiento se produce el 11 de noviembre en una zona de gran llanura situada al Sur de Sevilla denominada Tablada, donde, al parecer, hoy en día existe un aeródromo.

Los Islámicos aplastan a los Vikingos matando a más de 1.000 de ellos y haciendo prisioneros a otros 400, los cuales son ejecutados allí mismo, en el campo de batalla. Las cabezas Vikingas adornaron durante algún tiempo los mostradores de las carnicerías de los Zocos y muchas otras fueron colgadas de las ramas de las palmeras de la Tablada. Los Vikingos supervivientes, tras 42 días en tierras sevillanas, huyen en sus barcos al mar y en su camino de vuelta aún intentan nuevos desembarcos en Niebla, El Algarbe y Lisboa.

En su precipitada huida de Sevilla, algunos de ellos se quedaron en tierra sin posibilidad de embarcar en las naves, dispersándose por tierras de Carmona y Morón de la Frontera. Una vez localizados estos grupos por el ejército de Abderramán II, tuvieron que rendirse para salvar la vida, adoptaron el Islam y se dedicaron a partir de entonces a la cría de ganado e industria lechera. En Sevilla y Córdoba se degustaron exquisitos quesos elaborados por este pequeño grupo de Vikingos.

Consecuencia de este terrible ataque Vikingo, Abderramán II ordenó amurallar la ciudad de Sevilla e instaló puestos de control a lo largo de toda la costa atlántica. Además, ordenó aumentar y mejorar su flota de guerra, la cual, desde entonces, patrulló constantemente las costas para prevenir nuevos ataques de los piratas.

Entre los años 858 y 861 de nuevo aparecen en nuestras costas los temidos barcos Vikingos. 62 naves según las crónicas del momento. Primer desembarco en tierras gallegas donde saquean varios pueblos e incluso ponen sitio a la ciudad de Santiago de Compostela. Finalmente son rechazados por tropas cristianas. Prosiguen camino en dirección sur, se enfrentan a la flota musulmana y echan anclas en la desembocadura del Guadalquivir, abandonando rápidamente la zona pues son conocedores de que acude a su encuentro un numeroso ejército islámico. Se desplazan hasta Algeciras donde desembarcan, pero antes de ser expulsados por el ejército musulmán, tienen tiempo para saquear la ciudad e incendiar su mezquita. En su reconstrucción posterior, las puertas de la nueva mezquita de Algeciras fueron construidas con la madera de los barcos Vikingos capturados en este episodio. Desde Algeciras se desplazan hasta la costa murciana y remontan el río Segura llegando hasta la ciudad de Orihuela, la cual saquean e incendian. Su siguiente objetivo fueron las Islas Baleares, mientras otra parte de ellos remonta el río Ebro y a través de sus afluentes logran desembarcar en la ciudad de Pamplona donde hicieron prisionero al mismísimo rey García Iñiguez. Este rey fue posteriormente liberado tras el pago de un alto rescate de muchas decenas de miles de monedas de oro. Sobre este ataque al Reino de Navarra existe otra versión que indica que los Vikingos accedieron desde Francia donde tenían una base estable.

En el año 966, una nueva expedición Normanda compuesta por unos 28 barcos invade las llanuras de Lisboa donde son vencidos y expulsados tras un sangriento encuentro con las tropas del entonces Emir Al Hakam II.

En el 971 volvieron a dejarse ver barcos Vikingos por las costas españolas pero la ya potente y experimentada escuadra islámica impide cualquier desembarco.

Además de lo aquí indicado, en crónicas cristianas quedaron reflejados otros ataques de los Vikingos a tierras gallegas. De forma resumida y para que ningún posible lector gallego de este artículo se sienta olvidado, mencionaré las más importantes:  Años 968-970:  A través de la ría de Arosa, desembarcaron en Xunqueira y permanecieron tres largos años saqueando tierras gallegas. En este periodo, la ciudad de Orense quedó arrasada.

En el año 1014 se produce otro ataque a tierras gallegas, en concreto a la ciudad de Tuy, la cual es saqueada e incendiada sin contemplaciones. Destruyen la catedral de esta ciudad.

En el 1028 atacan internándose de nuevo por la ría de Arosa.

Si bien Galicia fue sin duda la zona de la península ibérica más frecuentada por Vikingos, en todas sus incursiones se encontraron con una feroz resistencia de los reinos cristianos, lo cual imposibilitó el establecimiento de colonias o reinos tal y como ocurrió en muchos otros países europeos. Los Vikingos acabaron cristianizándose y siguieron frecuentando tierras gallegas normalmente como punto de escala en sus viajes hacia Tierra Santa, ya fuera como peregrinos o como cruzados. En Galicia se dirigían a Santiago a venerar los restos del apóstol, permaneciendo en este territorio en ocasiones semanas o meses antes de proseguir su viaje a Jerusalén. Estas visitas, a pesar de no ser ya considerados como paganos, no eran muy bien recibidas pues continuaron con su actividad de pillaje y saqueo. Ha quedado constancia de su presencia en los años 1.108, 1.111, 1.152, 1.189 y 1.217, si bien es posible que hubiera otras muchas

Dos días por Tierras Altas de Soria. 3-5 enero 2022 (2 de 2)

Rico desayuno preparado por Enrico y Mayte a las 9,30 de la mañana. Café, cola cao, té, zumos, tostadas, pastel, jamón serrano, fruta…… Tomamos buena nota de las recomendaciones de caminos y posibles destinos que nos dan nuestros chefs y embarcamos de nuevo los seis en el Land Rover, esta vez con un mapa de la zona facilitado por Enrico y que nos dará luz el resto de la jornada.

Primera parada en un cerro próximo al propio pueblo de Fuentes de Magaña donde se encuentra La Horca, posible Rollo de justicia compuesto por dos recias columnas donde se castigaba y ajusticiaba a los delincuentes medievales. Desde aquí hay unas vistas del pueblo y el Moncayo muy recomendables. Muy cerca hay icnitas, huellas de dinosaurios.

Siguiente parada en Cerbón, donde pudimos entrar a su iglesia románica dedicada a San Pedro Apóstol (fines s. XII) cuya puerta estaba abierta pues están con obras de mejora. Agotada la paciencia de los operarios, nos ruegan que nos vayamos pues en teoría no podemos pasar por el peligro que supone. La singularidad de esta iglesia es que consta de dos ábsides gemelos lo cual no es habitual.

La Horca. Fuentes de Magaña.
Iglesia de Cerbón

Espectacular la carretera estrecha, algo rota y con fuerte bajada con curvas muy cerradas que nos lleva hasta Las Fuesas, un pequeño pueblo vacío en ese momento, pero algunas de sus casas muy cuidadas. Hay una gran pradera para acceder al pueblo que contribuye, aún más, a embellecer este lugar. Primer encuentro del día con la España vacía.

Las Fuesas
Las Fuesas
Las Fuesas

Enfrente y en un alto, se ve Castillejo de San Pedro que es nuestro siguiente destino. Este pueblo deja sin palabras. Ya su entrada con una empinada cuesta y la dificultad de encontrar un lugar donde dejar el coche, es anuncio de la autenticidad de este lugar. Pocas casas arregladas pero la mayor parte de ellas en pie al menos en sus paredes. Mucha piedra suelta en las calles y unas vistas espectaculares. No dejamos de deambular por este misterioso lugar. Encontramos un par de personas muy atareadas con los arreglos y limpieza de sus casas. Llama la atención la iglesia románica de La Natividad de Nuestra Señora, algo restaurada y de factura muy pobre. Segundo encuentro con la España vacía.

Castillejo de San Pedro
Castillejo de San Pedro
Castillejo de San Pedro. Vistas
Iglesia Castillejo de San Pedro
Castillejo de San Pedro

A continuación, nos dirigimos por pista de tierra al pueblecito más querido de nuestras aventureras más jóvenes, Valdelavilla, más conocido como “Peñafría” en la serie de televisión “El Pueblo”. Pueblo de piedra, totalmente rehabilitado respetando su originalidad y en un paraje precioso. Lo recorremos en todas direcciones, reconociendo los lugares y casas de los personajes y coincidimos con al menos una docena de personas también apasionadas de la serie por los comentarios que podemos captar. Realmente la visita merece la pena y espero que este lugar sirva de motor económico y social para Tierras Altas. Si eres asiduo de la serie, reconocerás en las fotos siguientes alguno de los edificios más famosos.

Valdelavilla
Valdelavilla
Valdelavilla
Valdelavilla

Volvemos sobre nuestros pasos y tomamos dirección Magaña, a mi parecer, una de las joyas de este territorio. La carretera es de las buenas, estrecha, rota, con curvas muy cerradas y muy empinada. Allí nos espera su castillo cuya estructura actual es del siglo XV. La torre del homenaje es una torre bereber del siglo X y formaba parte de la red de vigilancia y defensa del valle del río Rituerto junto con otras torres similares y cercanas en Trévago, Masegoso, Aldealpozo, La Pica, Hinojosa, Noviercas, etc.

Casualmente, el martes es el día que cierra el bar del pueblo por lo que comemos nuestros víveres al sol y con vistas al castillo y la iglesia gótica de San Martín de Tours (s. XVI). Nos cruzamos con tres personas en el pueblo. La sensación de vacío y aislamiento es fuerte. Se afianza mi posición que, en este tipo de rutas y por estas zonas, hay que ir siempre provistos de comida y bebida y que nadie piense en un cafecito después de la comida porque, simplemente, no hay donde tomarlo. Tercer encuentro con la España vacía.

Magaña
Magaña
Magaña
Magaña

Ante la insistencia de un reconfortante café caliente, ponemos rumbo hacia San Pedro Manrique a 20 km., haciendo parada previa en nuestro último pueblo del día, Valtajeros, a disfrutar de la tantas veces por mi nombrada mejor iglesia fortificada de la provincia. Nos viene muy bien unos kilómetros de pista de tierra donde las más jóvenes me incitan para que acelere. Y acelero, vaya que si acelero. Cuarto encuentro con la España vacía.

En San Pedro Manrique volvemos al bar de ayer y repetimos la taza de té. Casualmente, nos reencontramos con los cinco parroquianos del día anterior pues también hoy tenían partida. Larga conversación con uno de ellos que nos pregunta si nos gustaba la zona, el pueblo, etc. ¡Por supuesto! Quinto encuentro con la España vacía.

Cae la noche y comienza a llover. Hace mucho frío y el tiempo ha cambiado radicalmente en cuestión de pocas horas. Se levanta mucho viento. Carretera hasta nuestro Albergue donde nos relajamos un par de horas con la frigocerveza llena a nuestra disposición, una enorme TV de plasma, wifi y todo tipo de comodidades.

Los cinco minutos que tardamos en llegar andando al bar de Fuentes de Magaña para cenar son heladores. El viento es polar y estamos a bajo cero. Sigue lloviendo y en ocasiones nieva ligeramente. Cena en el bar donde nos sirven una sopa de cocido con fideos y pollo asado. Si ayer nos atracaron, hoy ya el atraco es a mano armada y con nocturnidad. Sexto y último encuentro del día con la España vacía.

De vuelta, nos acompaña en el paseo un zorro a escasos metros, al cual alimentamos a base de bien una vez que llegamos al albergue. Sé que no es muy correcto alimentar bestias salvajes, pero no lo pudimos evitar.

Frigocerveza

Amanecer muy frio y con las montañas nevadas. Espectacular. De nuevo rico desayuno en el Albergue y rumbo a Soria donde cambiamos de coche para la vuelta a casa. La dureza del viaje en Land Rover hasta Soria (50 km.) provoca que los pies de nuestras aguerridas aventureras se congelen, logrando que vuelvan a la normalidad cuando apenas nos queda una hora de viaje y tras obligada parada en Alcolea del Pinar.  Es la noche de Reyes y hay que llegar a tiempo para poner los zapatos, así como mazapanes y bebida para sus Majestades y sus monturas. Pero eso ya, amigos, es otra historia.

Amanecer en Fuentes de Magaña

Dos días por Tierras Altas de Soria. 3-5 enero 2022 (1 de 2)

Siempre es reconfortante encontrar compañeros de viaje incluso cuando el destino es la zona más despoblada de Europa, menos de dos habitantes por kilómetro cuadrado y el alojamiento que has buscado se sale de lo convencional o al menos distinto de aquello a lo que normalmente estamos más acostumbrados.

Y reconforta aún más cuando a todos les parece correcto que las comidas serán por nuestra cuenta, al aire libre, que el medio de transporte será un Land Rover, que no siempre rodaremos por asfalto y que encima hay previsión de lluvia.

Los seis curtidos integrantes de este viaje nos desplazamos en el Land Rover hasta la zona de Tierras Altas de Soria y a través de la carretera que lleva al Puerto de Oncala, donde la parada es obligatoria a disfrutar de las buenas vistas y del eterno y frío viento de este paraje.

Puerto Oncala
Nuestro medio de transporte

Tierras Altas de Soria es la zona más despoblada de la Europa moderna. Territorio de gentes austeras y curtidas, territorio de generaciones y generaciones de trashumantes.

En Oncala encontramos abierta la fábrica de quesos y aprovechamos para compramos una extensa gama de exquisitos productos de oveja criada en Tierras Altas y elaborados de forma artesanal, lo cual pudimos comprobar personalmente. Largo paseo por el solitario pueblo de Oncala, donde tomamos un par de cervezas en el bar y en el que únicamente se encontraban otras dos personas más, una de ellas por mi conocida, que al decirle que me alegraba verle, su respuesta fue sorprendente: “Que el que se alegraba realmente de verme era él por haber vuelto a Oncala y además acompañado de otras cinco personas”. Primer contacto con la España vacía.

Iglesia Oncala
Oncala

Siguiente parada en San Andrés de San Pedro donde hay un par de casas abiertas, pero no nos cruzamos ni vemos a nadie. De nuevo cometo el error de aventurarme por callejuelas estrechas hasta que, una vez más, me quedo encajonado con el Land Rover con ambas paredes a escasos, muy escasos, centímetros de la carrocería.  Creo que ha sido uno de los peores encajonamientos sufridos. Además, el hecho de llevar otras cinco personas en el coche, quieras o no, tensa un poco en la complicada maniobra de marcha atrás. Y además hay que esmerarse porque como te lleves un rasponazo, tu imagen puede quedar seriamente dañada. Tras largos minutos de suaves (no todas) maniobras logramos salir de este embrollo con el coche ileso. La pierna izquierda muy cargada por el manejo del embrague, pero mi fama intacta incluso más consolidada por la destreza y delicadeza demostrada.  Comemos en la placita donde se encontraban las antiguas escuelas y en la que hoy han instalado un moderno parque infantil totalmente fuera de lugar en mi humilde opinión. Segundo contacto con la España vacía.

Tierras Altas

Ya que estamos metidos de lleno en la zona cero de la España despoblada, visitamos Navabellida donde aquí sí que no hay signo de vida y el tiempo quedó parado hace unos meses, cuando sus únicos habitantes, tres pastores trashumantes, salieron hacia Trujillo con sus ovejas para pasar el invierno. Volverán con el ganado para el verano y aprovechar los ricos pastos de Tierras Altas. Este pueblo es impresionante y muy auténtico. Tercer contacto con la España vacía.

Iglesia Navabellida
Navabellida

Con las últimas luces del día, en San Pedro Manrique, visitamos el pequeño anfiteatro donde cada 24 de junio y desde tiempo inmemorial, los jóvenes del lugar y no tan jóvenes, cruzan descalzos por un largo sendero de ascuas resultado de la quema de 1.000 kilos de leña de roble. Es el ritual del Paso del Fuego. Las imágenes dan la vuelta al mundo todos los años.

Paso del Fuego
Paso del Fuego

Reparadora taza de té en el bar de la plaza donde entablamos conversación con lo cinco vecinos que iban en ese momento a echar la partida. Uno de ellos nos comenta que ha hecho el Paso del Fuego 28 veces y que únicamente sufrió quemaduras en un par de ocasiones. Le comento que he oído que, para evitar las quemaduras, hay que pisar fuerte y llevar peso encima, normalmente una mujer a hombros. Con total naturalidad, lo desmiente, comenta que no te quemas (normalmente), que no sabe por qué y que es cuestión de cruzarlo y punto. “Cuestión de echarle güevos”. Sus convecinos se limitan a asentir con absoluta naturalidad, por lo que está claro que hay que ser, primero, San Pedreño para atreverse a dar esos pasos sobre la alfombra de fuego y segundo, salir indemne. No hay más, así de simple. Cuarto contacto con la España vacía.

Llegamos ya de noche a nuestro alojamiento en Fuentes de Magaña, el “Albergue Tierras Altas” y donde somos los únicos huéspedes. Allí nos recibe muy amablemente Enrico que nos ayuda a instalarnos y explicarnos el sencillo funcionamiento de todos los servicios de los que disponemos. Todo está muy limpio y bien cuidado, nos encontramos a gusto desde el primer momento.

Fuentes de Magaña

Se trata de un agradable Albergue, con capacidad para un montón de personas, me atrevo a decir que 40 o más, limpio, cuidado y en una zona realmente espectacular. Al frente están dos personas emprendedoras, jóvenes y amables, Mayte y Enrico, apasionados del mundo ciclista y que pueden organizarte rutas por la zona con el grado de dificultad que prefieras. Por nuestra parte, dejamos para otra ocasión nuestro bautizo ciclista pues, qué casualidad, aparte de no tener bicicleta, tenemos muchos tirones y demás dolencias musculares…

Entre los asiduos lectores de este blog, existen muchos ciclistas a los que he acompañado y apoyado (motorizado por supuesto) en alguna ocasión en sus duras rutas veraniegas y convencido estoy que esta zona será de su interés.

Cenamos en el bar del pueblo de Fuentes de Magaña donde todo es amabilidad y buen trato, pero conviene siempre cerrar antes los precios. Cervezas, vino, plato combinado a base de huevos fritos, lomo, torrezno y filete ruso. Heladito y licor para la buena digestión. Último contacto del día con la España vacía.

Fuentes de Magaña

En el gran salón del Albergue, frente a un “moscovito” (vodka con ginger, mucho hielo y algunas hierbas secretas y aromáticas), comentamos las anécdotas del día antes de irnos a la cama a reponer fuerzas para el día siguiente. Continuará….

Abderramán III. El guerrero.

La actividad guerrera del gran Abderramán III fue incesante en sus 50 años de reinado. En sus primeros veinte años de gobierno, pacifica Al-Andalus restaurando la autoridad y prestigio de los Omeya. Pone fin a las rebeliones de Toledo, Zaragoza y declara la guerra sin cuartel al rebelde Omar ben Hafsun al cual finalmente derrota. Participa personalmente y de forma muy activa en las acciones de guerra.

Su actividad contra los cristianos fue asimismo muy intensa y eficaz, pero con resultados desiguales. Abderramán III fue consciente del peligro del avance cristiano. En el año 912 éstos habían alcanzado la línea del Duero tomando posiciones en las fortalezas de Osma y San Esteban de Gormaz. Por ello decide reforzar la vigilancia de las fronteras y establece una gran línea defensiva al Sur del Duero.

En el año 916, su ejército es derrotado por el Rey de León, Ordoño II, en un intento de tomar la fortaleza cristiana de San Esteban de Gormaz. El cuerpo de su general derrotado, Ahmad Ben Muhamad, fue decapitado por las tropas vencedoras y expuesta su cabeza en las murallas de San Esteban de Gormaz junto con la cabeza de un jabalí. Gran afrenta para un musulmán. En el verano del año 920, en venganza por dicha derrota, Abderramán III dirige personalmente su ejército hacia Medinaceli para posteriormente arrasar Osma y San Esteban de Gormaz. Se adentra además en el Reino Navarro y devasta su territorio. Los navarros sufrieron una de sus peores derrotas.

En el año 921, el ejército califal es derrotado de nuevo por el Rey de León Ordoño II, el cual se adentra en territorio islámico llegando a escasos 20 Km. de Sigüenza.

En el año 924 dirige Abderramán III un ataque contra los navarros. Arrasa hasta los cimientos la ciudad de Pamplona y aniquila casi por completo al ejército Navarro, el cual, tras esta derrota, no tuvo capacidad de volver a presentar batalla a los musulmanes en los siete años siguientes.

En el año 933, Abderramán III ordena a su ejército atacar Osma en represalia al ataque del año anterior contra la fortaleza de Madrid realizada por el rey Ramiro II de León. Las tropas cristianas, que esperaban este ataque de venganza y estaban preparados, vencieron a las fuerzas musulmanas causando un gran número de bajas y provocando su inmediata retirada.

Al año siguiente, en el 934, Abderramán III dirige personalmente sus tropas de nuevo contra la fortaleza de Osma poniendo asedio a la misma. Casualmente, su mayor enemigo del momento, el Rey Ramiro II de León, se encontraba en el interior del castillo el cual rechaza un enfrentamiento en batalla campal. Las tropas califales devastan el territorio, llegando incluso hasta Burgos donde el día 6 de agosto pasan a cuchillo a los 200 monjes que residían en el Monasterio de San Pedro de Cardeña. El Califa se da por satisfecho y regresa a Córdoba con sus tropas sin lograr la rendición de Osma.

En el año 939, Abderramán proclama la Guerra Santa, recluta un ejército de 100.000 hombres y parte de Córdoba el 29 de junio hacia la localidad de Simancas, nueva fortaleza donde los cristianos se habían hecho fuerte al norte del río Duero. Allí les espera para presentar batalla una coalición de tropas leonesas (lideradas por el Rey Ramiro II), castellanas (al mando del Conde Fernán González) y navarras (Reina Toda). En su avance, la columna de soldados islámicos se extiende a lo largo de 55 kilómetros. El 14 de julio las tropas ya se encuentran en Toledo donde descansan hasta el día 18 para dirigirse al norte cruzando la Sierra de Guadarrama a través del Puerto de la Tablada. El 19 de julio se produce un eclipse solar prácticamente total, causando terror a las tropas y presentimiento de mal augurio para la campaña militar.

En su desplazamiento hacia Simancas, el ejército destruye y saquea todo a su paso. Llegados a Simancas, el enfrentamiento comienza el 6 de agosto y se prolonga durante tres o cuatro días. Las tropas musulmanas son vencidas. En su retirada, el ejército musulmán arrasa todas las poblaciones y campos por los que atraviesa, pero son de nuevo diezmados en los alrededores de Tiermes (Soria) al sufrir una emboscada atravesando una zona de barrancos y gargantas. El propio Abderramán estuvo a punto de perder la vida en esta emboscada. Lo que sí perdió ese día nuestro personaje fue un rico ejemplar del Corán que portaba en todas sus batallas, su malla de oro y lo que es más importante, las ganas de volver a intervenir personalmente en batalla alguna, lo cual jamás volvió a realizar.

A través de Atienza, el malogrado ejército califal logra llegar a Córdoba el 14 de septiembre, donde Abderramán III ejecuta en público a 300 de sus generales por la derrota y deshonra sufrida. Cuentas las crónicas que la causa de este desastre militar, además del buen hacer de las tropas cristianas, fueron numerosos errores tácticos de los generales musulmanes, la traición de muchos de ellos, así como la falta de experiencia militar de muchos de los soldados voluntarios.

Si bien nuestro Califa no vuelve a intervenir personalmente en guerra alguna, refuerza las fronteras con tropas perfectamente equipadas y ordena a sus generales que incrementen los ataques contra los cristianos, lo cual se lleva a cabo de manera periódica y eficaz.

Los cristianos aumentan la presión en la frontera del Duero, por lo que, en el año 946, se establece en Medinaceli la capital de la Marca Media. La ciudad se fortifica y se convierte en cuartel general administrativo y militar de esta zona de frontera donde se deposita la maquinaria de guerra y las tropas se acantonan, abastecen y reagrupan para acosar de forma continuada a los cristianos. Un cronista árabe del momento dejó escrito sobre Medinaceli: “Dios hizo de esta villa una ayuda para los musulmanes y una fuente de angustia para los infieles”.

Abderramán III. El personaje.

Emir y primer Califa independiente de Al Ándalus. Nace el 7 de enero del 891. Hijo y nieto de mujeres cristianas españolas. Su abuelo, el Emir de Córdoba Abdalá I, contrae matrimonio con Oneca, hija del Rey de Pamplona Fortún Garcés, con la cual tiene un hijo, Mohamed. Éste, a su vez, tiene un hijo, nuestro Abderramán, con Muzna, mujer cristiana de origen vascón. Por sus venas corre sangre árabe únicamente en una cuarta parte, característica propia de muchos, muchos, incluso la mayoría, de Emires y Califas de Al Ándalus.

De cuerpo recio, algo rechoncho, de baja estatura, ojos azules y cabellos rojizos. Ante sus tropas intentaba no bajarse del caballo para ocultar su baja estatura. Se teñía el pelo de negro para parecer un auténtico árabe.

Abderramán III, no conoció a su padre pues éste fue asesinado el 28 de enero del 891 por su hermano Al Mutarrif y en una temprana lucha por la sucesión. Aún no había fallecido el entonces Emir, padre de ambos, el cual, dicen, estaba confabulado en este fratricidio. El Emir, arrepentido por el asesinato de su hijo primogénito, se hace cargo de la educación de su nieto y le acoge para su crianza en palacio. Años más tarde, en el 895, el propio Emir ordena ajusticiar a su hijo Al Mutarrif acusado de conspiración y nombra sucesor al niño Abderramán al cual se le prepara de manera concienzuda para sus futuras funciones.

Al fallecimiento de su abuelo, Abderramán III asume el cargo de Emir el 15 de octubre del año 912, con 21 años. Se trata de un personaje inteligente, ambicioso, cortés, benévolo, generoso, poco devoto y tolerante. Implacable, cruel y sanguinario con sus enemigos.

En el año 929 Abderramán III se autoproclama Califa y Príncipe de los Creyentes. Ostenta el poder absoluto en el ámbito político, militar y religioso, dispensa justicia, es árbitro infalible y contra sus decisiones no cabe recurso alguno. Implacable con sus enemigos, ordena ejecutar a varios tíos suyos, hermanos de su padre, e incluso a uno de sus propios hijos, todo ellos acusados de conspiración. A su hijo Abdalá lo mandó ejecutar en el salón del trono estando él presente junto con los dignatarios de la corte.

Califa prolífico pues tuvo unos 18 hijos varones y 16 hijas. Siguiendo las costumbres de sus antecesores, pasada la infancia, salvo el nombrado sucesor, no se les permitía vivir en palacio ni ostentar cargos de importancia al objeto de evitar rebeliones o conspiraciones. Se les concedía una buena vivienda, tierras y dinero suficiente para llevar una vida lujosa y cómoda adecuada a su condición.

Abderramán III ordena construir en el año 936 la ciudad de Medina Azahara la cual convierte en símbolo de su poder político, militar y religioso. Allí se trasladaron los 3.750 esclavos que daban servicio al califa y su harem compuesto por 6.300 mujeres. Como es de suponer, con un harem tan nutrido, gran parte del personal doméstico de palacio eran eunucos. Los eunucos eran esclavos, normalmente europeos y desde muy jóvenes eran castrados por especialistas judíos. Dado lo delicado de la operación quirúrgica de castración, era frecuente que estos desgraciados no salieran con vida de esta. Muchos de estos eunucos, una vez fallecido el califa, obtenían la libertad y ocupaban importantes puestos en la Administración obteniendo un buen estatus social.

Abderramán III fallece en Córdoba el 15 de octubre del año 961 tras 50 años de largo reinado. Pacificó Al Ándalus, defendió firmemente las fronteras y fue símbolo del poder absoluto. Los poetas de su entorno lo calificaron en sus obras de justo, generoso, valiente, noble, inteligente, con grandes dotes militares y sediento de la sangre de sus enemigos. Bajo su mandato, convirtió la ciudad de Córdoba en referencia mundial de civilización, arte y cultura. Sin duda, uno de los mejores gobernantes de Al Ándalus.

Llevaba un diario donde reflejaba los días felices de los que disfrutó en su vida. Quedaron anotados únicamente catorce de ellos.

Fin de semana Romántico y Románico. 11-12 diciembre 2021 (3 de 3)

Va anocheciendo por lo que ponemos rumbo a Soria capital donde llegamos sobre las 19 horas y el piso está a 9 grados. Calefacción y a la calle a pasear y cenar en el Fogón del Salvador donde en la barra nos sirven un buenísimo churrasco de ternera fileteado y con una mini parrilla para hacerlo a tu gusto. Muy recomendable. Al lado tenemos unos franceses que al ver nuestro churrasco le piden lo mismo al camarero, pero en versión cordero. La madura pareja acaba metiéndose entre pecho y espalda un cuarto de asado de cordero que no sabemos si serán capaces de digerir durante la fría noche soriana.

Domingo. Ya estamos en la calle antes de las 8 de la mañana. Es importante madrugar para que cunda el día. Hoy hemos decidido pasear por Soria capital y comenzamos con una visita al interior de la iglesia de Santo Domingo (s. XII). Sólo están las monjas rezando, ningún otro visitante, por lo que podemos disfrutar de la iglesia para nosotros hasta hartarnos. El silencio y aislamiento en el interior es absoluto. Sobrecogedor. Puedes llegar a entender el por qué de la sobriedad y oscuridad de las iglesias románicas.

Interior Santo Domingo

Siguiente visita a la iglesia de San Juan de Rabanera (S. XII) la cual se encuentra cerrada y seguimos rumbo al cementerio donde dedicamos un buen rato a los allegados e incluso a la tumba de Leonor (mujer de Antonio Machado) la cual nunca antes había tenido la curiosidad de visitar. No me dice nada. No entiendo tanto cartel publicitario.

Gélida subida al Castillo donde una espesa niebla impide disfrutar en los primeros momentos del paisaje. Visitamos las ruinas del Castillo y el parque que lo rodea e incluso intentamos tomar un café en El Parador pero no abren la cafetería hasta las 11 de la mañana. Por aquí son poco de madrugar para el público en general. Curioseando el “Menú Soriano” mientras intentamos entrar unos minutos en calor, llama la atención que el segundo plato consiste en Cochinillo de Segovia o Chuletón de Ávila. No acabo de entenderlo.

La niebla se va disipando y disfrutamos del paisaje: Ermita de San Saturio, Cerro de los Moros, el Moncayo…. La bajada es resbaladiza por el hielo acumulado en las tablas del camino que han habilitado. Nos detenemos en unas recientes excavaciones que han hecho en la ladera del Castillo donde al parecer había una iglesia románica de pequeñas dimensiones. Interesante. A ver si siguen excavando pues en estas laderas debe haber aún mucho por descubrir.

El Castillo
Castillo de Soria
San Saturio

Paseo por la orilla derecha del Duero con la antigua muralla de la ciudad muy bien conservada, cruzamos el río por el puente medieval y entramos al Monasterio de San Juan de Duero, donde disfrutamos en plena soledad del magnífico y más que conocido claustro románico y su iglesia. No hay ningún otro visitante, por lo que disfrutamos nosotros solos de esta joya hasta la saciedad. Es una de las ventajas de madrugar. En esta zona están recuperando y arreglando las murallas medievales hasta la propia ermita de El Mirón. Sin duda una muy buena intervención que embellecerá aún más la zona.

Siguiente parada en la Concatedral de San Pedro. Hacía mucho, mucho, que no iba por allí y me quedo muy impresionado. Es espectacular. Más me impresiona el claustro románico del siglo XII que guarda en su interior. A la salida, qué casualidad, nos encontramos a la madura pareja de franceses que la noche anterior cenaron a nuestro lado el digestivo y ligero asado. No tenían mala cara, no, han debido de digerirlo sin excesivos problemas.

Arcos de San Juan de Duero
Claustro Románico Concatedral de San Pedro

Un reparador aperitivo en Herradores a base de botellín y gambas a la gabardina, para acabar en nuestro pisito tomando una exquisita carrillada puede que con excesiva pimienta. Durante la comida, reconozco a mi mujer que, efectivamente, me ha hecho conocer algún lugar de Soria capital en el que yo no había estado nunca.  Pero eso, amigos, ya es otra historia que posiblemente nunca salga a la luz ni vuelva a hacer comentario alguno sobre ello.

Fin de semana Romántico y Románico. 11-12 diciembre 2021 (2 de 3)

Por camino de tierra nos desplazamos hacia Caltojar (no hay carretera asfaltada, pero es muy accesible), dejando para otro día la visita a las atalayas que vigilan la zona. En Caltojar aparcamos en la plaza del pueblo, a los pies de la impresionante iglesia románica de San Miguel Arcángel (primer tercio del s. XIII). Esta iglesia es uno de los mejores exponentes del románico Soriano y con otra de las mejores portadas de la provincia sin duda alguna. Parece que sale el sol y disfrutamos de un sabroso bocadillo de jamón en un asiento de piedra que forma parte del lateral de la soberbia portada de al menos 800 años. Se ve alguna casa ocupada pero no hay signo de vida en el exterior hasta que aparece un anciano vecino y nos pregunta si queremos ver el interior de la iglesia.

Portada Iglesia Caltojar

Por supuesto, queremos ver la iglesia, faltaría más. No entraré en detalles, pero el interior es espectacular. Llama la atención el púlpito de una sola pieza de alabastro pulido, así como la pila bautismal y la de agua bendita ambas románicas. Nuestro guía, Lucio, de 83 años, nos cuenta diferentes curiosidades del lugar y habla orgulloso en repetidas ocasiones del joven párroco soriano de 52 años encargado de la iglesia. Lucio, se centra en los retablos, las marcas de los canteros, el altar, los ojos de buey por los que entra luz natural, etc… Todo contado de manera muy natural y resumida, valiéndose de su bastón para señalar lo que él considera más importante.

Finalizada la visita, invitamos a Lucio a un café en el bar del pueblo, donde al poco rato aparece el tan laureado párroco, pudiendo comprobar por nosotros mismos su alegría y simpatía. Casualmente era el 27 aniversario de su ordenación. Mientras tomamos café con los lugareños, hablamos de la despoblación del lugar, la belleza de la iglesia, de las hijas de Lucio, del párroco una vez más y un largo etcétera.

Iglesia Caltojar
Púlpito de alabastro. Caltojar
Fachada Iglesia Caltojar
Interior Iglesia Caltojar

Aún sorprendidos por la amabilidad de los habitantes de Caltojar, ponemos rumbo a Velamazán, ya por pistas de tierra y atravesando la Sierra de Bordecorex. Estas pistas de tierra dan servicio a un parque eólico, por lo que tienen buen firme y su estado hoy es perfecto, pues hace unos días llovió mucho por la zona y está muy compacto. Además, la visibilidad es excelente, lo que permite alcanzar en determinados tramos los 70-80 km por hora sin problema alguno. Mi copilota ni se inmuta, lo cual siempre es de agradecer y puedo concentrarme en la conducción. Experiencia en estos lances tiene, pues aparte de numerosas rutas como las de hoy, disfrutamos hace unos años de un viaje a Marruecos donde el ritmo que llevamos durante diez días fue infernal y donde recibió su bautismo de fuego en lo que se refiere ir a toda leche por pistas. Creo que se me entiende. Con esa “toda leche”, querido lector, que no vengan a tu mente imágenes de los rallyes que tanto hoy televisan con el nuevo año. No tiene nada que ver. Pero vamos a toda leche. A nuestro estilo. La tracción 4×4 del japonés es muy estable y fiable.

 Me desplazo con rapidez y en las desviaciones, que hay unas cuantas, me dejo guiar por mi instinto si bien no controlo mucho la zona. En el camino de bajada de esta sierra nos cruzamos en cuestión de pocos minutos con más de 20 corzos, lo que hace extremar la precaución pues temo un posible atropello. Parece una plaga, nunca había visto tanto corzo cruzando los caminos o pastando en los alrededores. Exagerado.

Nos dirigimos a un pueblo que se ve en la lejanía, pero no es Velamazán, es Barca. Tampoco pasa nada por esta pequeña desviación pues también nos habíamos marcado este pueblo como objetivo pues tiene una espléndida iglesia. Si bien no he llegado al destino previsto, me doy por satisfecho haber llegado a Barca sin mapa, GPS ni artilugio alguno. Hoy mi sentido de la orientación está en plena forma.

Plaza de Barca. Rollo de justicia

Aparcamos en la plaza del pueblo presidida por un gran Rollo de justicia medieval y a los pocos segundos se abre la puerta de una casa y sale un hombre a ver quiénes somos. Nos saludamos rápido y vuelve al calor de su hogar. Paseamos por la zona de la iglesia dedicada a Santa Cristina y que también posee uno de los mejores pórticos románicos de la provincia. Todo el pueblo se ve muy cuidado y arreglado. De vuelta al coche, el mismo hombre que nos vio llegar sale a nuestro encuentro. No tiene cara de muchos amigos, pero se dirige a nosotros con mucha amabilidad y preguntando si nos ha gustado el pueblo.

Ante nuestro entusiasmo por la iglesia y su entorno, entablamos conversación. Tiene casi 60 años y es oriundo de Barca. Al decirle que venimos por caminos desde Caltojar nos pregunta si hemos visto corzos y ante nuestra respuesta, nos confirma que son una plaga a pesar de todas las batidas de caza que se hacen por la zona. Este buen hombre nos facilita más información del lugar: En el pueblo hay censadas 100 personas, pero en invierno viven de forma permanente unas 50. Realmente es el pueblo más poblado de los que hemos visitado hoy. Y lo más sorprendente, en los años 90 fue cuando se restauró la iglesia y se descubrió el impresionante pórtico románico pues los vanos de los arcos estaban tapiados.

Iglesia de Barca
Interior pórtico
Iglesia Barca

Pasa una pareja mayor por la plaza y nuestro nuevo amigo les pregunta si se dirigen a la iglesia. La respuesta es positiva y nos invitan a unirnos a ellos para poder acceder al interior. La verdad que la suerte nos sonríe este día. Posiblemente sea la presencia de mi mujer la que abre las puertas. En mis rutas solitarias pocos interiores he visto. Esto me da que pensar, no puedo evitarlo. Y eso que intento ser amable con las escasas personas con las que me cruzo en mis solitarias aventuras. Tendré que profundizar más en este aspecto. O no.

La iglesia está muy cuidada y deambulamos con total libertad por su interior. Para no ser unos plomos, no alargamos en exceso la visita, sólo lo justo.

Va anocheciendo por lo que ponemos rumbo a Soria capital ……. (Continuará)

Fin de semana Romántico y Románico. 11-12 diciembre 2021 (1 de 3)

En la mayor parte de las ocasiones, cuando decido aventurarme sin rumbo por una zona determinada y no del todo conocida, suelo hacerlo en solitario pues de esta manera no tengo que estar pendiente de horarios, comidas, número y tiempo de las paradas y no dudo en meterme en caminos desconocidos que no sé dónde ni cómo acaban. A menudo llego a encontrarme en situaciones límite y complicadas dada mi condición de simple aficionado.

Pero siempre hay ocasiones en la que este lobo solitario necesita de la compañía de algún miembro de su manada, que conocen, admiten y disfrutan de las situaciones en las que podemos llegar a encontrarnos cuando se hace trabajo de investigación sobre el terreno.

 Y el fin de semana del 11-12 de diciembre de 2021, ha sido uno de esos en los que mi mujer, muy decidida, se apunta a recorrer conmigo una parte de la provincia de Soria, sin rumbo determinado, sin organización alguna, a lo que surja, a mi estilo. En definitiva, a nuestro estilo.

Madrugamos el sábado y pronto aprecio la ventaja de su compañía pues en una bolsita hay un sobre de jamón, lomo, algo de queso, un par de manzanas e incluso algo de dulce. Mentalmente y de forma rápida calculo el tiempo que podríamos sobrevivir con estas provisiones en mitad de la nada. 

Sobre las 9,30 de la mañana hacemos la parada de rigor en Medinaceli donde compramos pan y nos comemos un espléndido torrezno y pincho de tortilla. Me viene a la mente que con este potente desayuno aún podríamos sobrevivir un día más con las provisiones madrileñas. La comida de hoy la doy por hecha y así cundirá más nuestra excursión. Degustando el torrezno, por fin me viene la inspiración y decidimos ir a Villasayas a visitar su iglesia.

Tomamos el desvío hacia Ontalvilla de Almazán donde realizamos nuestra primera parada. El pueblo es muy pequeño, pero sorprendentemente hay un bar en la plaza, un enorme centro socio cultural y un polideportivo de dimensiones algo desproporcionadas para lo que es el pueblo. Suponemos que su uso será para el verano, cuando haya gente, pues en estos momentos únicamente se ven un par de coches en el pueblo. Visitamos una pequeña ermita restaurada en 1929 según está inscrito en su dintel de entrada. El día es helador. La iglesia de Santa Eulalia, con portada románica, se encuentra en obras por lo que habrá que volver en otra ocasión.

Ermita. Ontalvilla

Continuamos por carretera, pero rápido nos desviamos de la ruta inicialmente prevista para visitar Jodra de Cardos. El paraje es muy bonito y en el pueblo hay muchas casas en ruinas, pero están consolidadas. Tiene aspecto de estar todo muy bien cuidado. Llama la atención los dinteles medievales de algunas puertas y ventanas, así como algunas piedras con motivos religiosos incrustadas en alguna fachada. He leído en algún lugar que fueron traídos, hace ya mucho tiempo, de algún despoblado cercano. Recorremos el pueblo entero y solo se aprecia vida en una casa que están rehabilitando.

Dintel. Jodra de Cardos
Calle en Jodra de Cardos
Iglesia Santa María la Mayor. Jodra de Cardos
Jodra de Cardos
Jodra de Cardos
Jodra de Cardos

Por pista de tierra nos dirigimos a Pinilla del Olmo, donde la iglesia de Nuestra Señora del Campo de origen románico (se conserva la portada) se encuentra en obras (están restaurando los tejados), lo cual es una buena noticia. Hace muchísimo viento en esta zona lo cual hace que la sensación de frío sea aún mayor. Recorremos el pueblo entero y no parece que haya nadie por el lugar. La sensación de soledad y aislamiento es muy alta. Muchas de las casas, la mayor parte, están en ruinas con los tejados aún derrumbados en su interior. Espectaculares los palomares, lamentablemente también abandonados y ruinosos.

Iglesia Nuestra Señora del Campo. Pinilla del Olmo.
Pinilla del Olmo.
Palomar. Pinilla del Olmo.
Calle en Pinilla del Olmo.

A la salida del pueblo vemos un cartel que reza “Virgen del Campo” y no puedo evitar desviarme por el camino de tierra. Hay un pequeño altar con la imagen de una virgen a un lado del camino y más adelante se llega a una fuente donde se ha instalado un abrevadero para el ganado. A pesar de que el camino y el paraje invitan a seguir, damos la vuelta en un acto de responsabilidad y retomamos carretera hasta Villasayas. Tomo nota de que hay que volver a este lugar pues me quedo con la sensación de estar perdiéndome algo interesante.

En Villasayas, visita muy recomendada, disfrutamos de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción del siglo XII con uno de los mejores pórticos románicos de la provincia. Simplemente espectacular y todo para nosotros. Tampoco se veía movimiento alguno en el pueblo. Apenas tres coches en la plaza. No se aprecia movimiento alguno.

Iglesia Villasayas.
Plaza en Villasayas
Pórtico Románico. Villasayas
Nuestra Señora de la Asunción. Villasayas

Nuestro siguiente destino es Fuentegelmes. Visitamos la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de la cual se conserva una interesante portada románica (XIII) y una ermita, ambas en el interior del pueblo. Recorremos las calles y nos llama la atención los dinteles de muchas de las casas con inscripciones y figuras realmente sorprendentes.

Nos cruzamos con un vecino, el único que se encuentra allí en esos momentos. El resto está vacío. Nos cuenta que se dedica a la agricultura y que en invierno puede haber otros 6 o 7 agricultores realizando sus trabajos. Nos comenta que cada día hay menos caza menor, posiblemente por los tratamientos químicos de los cultivos. El pueblo tiene un Centro Social y cada vecino tiene su llave para cuando quiere hacer algún tipo de celebración. Se apuntan las consumiciones y luego echan cuentas. El hombre nos enseña una casa que se vende. Parece estar deseando que el pueblo tenga algo de vida, lo cual no nos extraña, pues la sensación de vacío y olvido es muy alta. Obtengo información para cruzar por caminos la sierra de Bordecorex y así ahorrarme muchos kilómetros de asfalto.

Ermita de la Soledad. Fuentegelmes
Iglesia Nuestra Señora de la Asunción. Fuentegelmes
Iglesia Nuestra Señora de la Asunción. Fuentegelmes
Dintel. Fuentegelmes
Dintel. Fuentegelmes
Verja artesanal. Dintel. Fuentegelmes

Por camino de tierra nos desplazamos hacia Caltojar ………