JAIME IV. REY DE MALLORCA

Leyendo e investigando sobre la historia de la villa de Almazán, uno de los mayores y prósperos pueblos de la actual provincia de Soria, aparece la figura de Jaime IV, rey de Mallorca, el cual, al parecer, falleció en este lugar en el mes de febrero del año 1.375.

Sorprendido por la muerte de un monarca de tan lejanas tierras en esta villa, hoy en día situada en el epicentro de la zona más despoblada de España, desvío hacia su figura mis lecturas y estudios para centrarme en este personaje y su relación con Soria, que para mí eran totalmente desconocidos. Conozcamos un poco su historia y su relación con la provincia de Soria:

Jaime IV nació en Perpiñán el 24 de agosto de 1.336, hijo de Jaime III rey de Mallorca, bisnieto ni más ni menos que del mismísimo Jaime I el Conquistador, rey de Aragón, Valencia y Mallorca. Fue “El Conquistador” quien arrebató Mallorca a los musulmanes en el año 1.231 adquiriendo así el dominio sobre las islas.

A su fallecimiento en el año 1.276, Jaime I cometió uno de los errores más comunes de los reyes medievales, dividiendo el reino entre sus descendientes, correspondiendo Mallorca a su hijo Jaime II, al que acabó sucediendo finalmente Jaime III, padre de nuestro protagonista. El reino de Aragón fue adjudicado a su otro hijo, Pedro III.

Como es habitual en estos casos, el conflicto entre ambas casas reales está servido, siendo desde los inicios el reino de Mallorca objetivo codiciado por la Corona de Aragón. De hecho, el reino de Mallorca ya nace siendo vasallo del aragonés.

En el año 1343, el rey aragonés Pedro IV invade Mallorca y Jaime III, en un intento de recuperar su reino, en el año 1.349 presenta batalla en la localidad de Lluchmayor, perdiendo el mallorquín la cabeza en el intento y quedando incorporadas las Islas baleares a la Corona de Aragón de forma definitiva.

Y es en esta batalla cuando aparece nuestro protagonista Jaime IV, participando activamente en la misma junto a su padre con la tierna edad de 12 años, siendo testigo directo de la decapitación de su progenitor y resultando él mismo herido de gravedad y hecho prisionero por los vencedores. Sufrió 13 años de presidio donde fue sometido a todo tipo de humillaciones.  Fue encarcelado junto a su madre y hermana en el castillo de Bellver de Mallorca, posteriormente en el de Xátiva y finalmente fue trasladado al Castell Nou de Barcelona. Su madre y hermana fueron recluidas en un convento.

Durante su presidio en Barcelona, el rey de Aragón, Pedro IV, estableció para este preso tan especial una compleja normativa de custodia: Su vigilancia se encargó a cuatro hombres, en turnos rotatorios de una semana, únicamente podría recibir visitas de familiares, no podía escribir cartas y la correspondencia que recibiera sería intervenida. Durante el día permanecería en todo momento en el interior del castillo y por las noches era introducido en una jaula suspendida a varios metros del suelo y en la que no podía ni siquiera tumbarse.

Debido a la rotación de los turnos de sus carceleros, se filtró en la sociedad las duras condiciones a las que era sometido el monarca, provocando que un grupo de seguidores de su causa, compuesto fundamentalmente por clérigos y caballeros, en la madrugada del 2 de mayo del año 1.362, tras sobornar a la guardia y acuchillar a su carcelero, lo rescatara y  librara definitivamente de la tortura y aislamiento al que estaba sometido.

Palacio de Los Mendoza. Alojamiento de Jaime IV durante su estancia en Almazán

Nuestro amigo se refugia en Nápoles donde contrae matrimonio en mayo del año 1.363 con Juana I, reina de Nápoles, convirtiéndose así en consorte de la reina y obteniendo únicamente el título de duque de Calabria. Tras tres años de matrimonio (1.366) y viendo la imposibilidad de obtener poder político para continuar su causa, de mutuo acuerdo se separan, trasladándose Jaime IV a Francia donde intenta obtener, sin éxito alguno, apoyo para recuperar el trono de Mallorca.  

No ceja nuestro protagonista en la búsqueda de seguidores y en el año 1.367 inicia contactos con los ingleses liderados por el llamado Príncipe Negro (hijo del rey Eduardo III de Inglaterra), el cual apoyaba a Pedro el Cruel en la primera guerra civil castellana contra Enrique de Trastámara. Así, al mando de una compañía inglesa que le es cedida, interviene en la batalla de Nájera (3 de abril de 1367) donde es apresado por las tropas del Trastámara siendo liberado tres años después (1.369) gracias a la intervención de Juana I de Nápoles, la que fue en su día su mujer y que prometió apoyarle siempre que lo necesitara.

En 1374, de nuevo con la ayuda económica de su mujer napolitana y de su hermana (había quedado viuda recientemente), nuestro amigo Jaime IV, penetra en Cataluña con un ejército mercenario de 6.000 hombres, dispuesto a plantar batalla al rey aragonés y recuperar definitivamente el trono de Mallorca. Tras un año de saqueos por tierras catalanas, pero sin obtener los resultados previstos, en enero del año 1375 se repliega a Castilla, en concreto a la villa de Almazán donde es recibido con honores por parte del infante D. Juan, futuro Juan I rey de Castilla, falleciendo en territorio soriano en el mes de febrero del mismo año. La causa de su muerte aún no está clara, indicando algunos autores que falleció por las heridas recibidas en combate y otros por envenenamiento ordenado por los aragoneses.

Su cuerpo fue enterrado con los honores propios de un rey en el Convento de San Francisco, en Soria capital (fundado por el propio San Francisco de Asís en el año 1.214) . En este mismo convento, tres meses después, el infante D. Juan contrae matrimonio con Dña. Leonor de Aragón, hija de Pedro IV de Aragón, el mayor enemigo del protagonista de esta historia.

Ruinas Convento S, Francisco
Ruinas Convento S, Francisco

Así finaliza la vida de un rey, un verdadero rey que nunca tuvo reino y que dedicó su vida a intentar recuperar lo que fue arrebatado a su familia a sangre y fuego. Nunca más su estirpe (su hermana y los hijos de ésta) volvieron a luchar por recuperar el reino que les era legítimo.

En el año 2008 se llevaron a cabo trabajos arqueológicos en la actual iglesia de San Francisco de Soria, la cual conserva en su parte posterior las ruinas donde se encontraba el convento medieval, no obteniendo hasta el momento resultado alguno. Pero eso ya, amigos, cuando el presupuesto y las autoridades lo permitan, seguro que dará lugar a nuevas búsquedas y como no, para muchas otras historias.

Ruinas Convento S, Francisco

3 comentarios en «JAIME IV. REY DE MALLORCA»

  • 7 de octubre de 2023 a las 19:08
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    Espléndida investigación, poniendo en valor ese dato histórico curioso y desconocido de Almazán. Un abrazo

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  • 4 de octubre de 2023 a las 15:24
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    Rafa, no te imaginas cuánto valor le doy a tu labor de investigación previa para poder elaborar esta interesantisima crónica. Enhorabuena.

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  • 4 de octubre de 2023 a las 10:36
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    Que luchas por recuperar lo perdido,aunque sin conseguirlo,pero esa época era así y da mucho gusto que te las recuerden tan bien narradas. 👏👍🥰

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