Castillo de Gormaz. Soria

La mayor fortaleza Califal de todos los tiempos. Desde sus almenas se controlan más de 45 km. cuadrados, ampliables a muchos cientos si tenemos en cuenta la compleja red de atalayas que lo apoyan y lo comunican con las cercanas e importantes fortalezas de Medinaceli y Atienza. 

Gormaz se convierte en la más poderosa base militar de control de fronteras y de ataque contra los reinos cristianos, brindando apoyo al centro militar de Medinaceli, capital de la Marca Media. Su interior podía albergar hasta un ejército de 2.000 hombres, apoyados por otros tantos miles que pudieran establecerse en las inmediatas llanuras que rodean la fortaleza.

Por su privilegiada situación, el cerro donde se ubica este castillo ya fue utilizado con fines de vigilancia y protección en la Edad de Bronce, Edad de Hierro, además de por Celtas, romanos y visigodos. En el siglo IX comienza la construcción de la fortaleza sobre la base de otra estructura menor ya existente con anterioridad. En el año 912, los cristianos, en su labor de reconquista, logran llegar hasta la línea del Duero, haciéndose fuertes en las ciudades de Osma y San Esteban de Gormaz. Es necesario por tanto la construcción de un gran centro militar en las inmediaciones para frenar el avance cristiano.

El territorio situado al sur del río Duero es controlada por los musulmanes y los cristianos se mantienen en el lado norte. No obstante, Gormaz se encuentra en este lado norte y controla el único paso sobre el Duero a través de un espectacular puente romano, lo que lo convierte en un importante punto estratégico para la defensa y control de la frontera. Si controlas Gormaz, controlas la frontera. 

Abderramán III ordena la refortificación del castillo y su hijo Al Hakam II lo reconstruye y amplía sobre el año 965, convirtiéndolo en la mayor fortaleza califal jamás construida, siendo punto de partida para innumerables ataques mortíferos contra territorio cristiano. Su perímetro amurallado mide 1.200 metros con 28 torreones que lo custodian.

Gormaz fue una fortaleza inexpugnable. Nunca fue conquistada por las armas, por lo que los diferentes cambios de manos entre los ejércitos cristiano y musulmán siempre lo fueron por pacto o acuerdo entre ambas partes. Las crónicas hablan de conquistas musulmanas del castillo en los años 925, 940 y 983, lo que indicaría las correspondientes conquistas por parte cristiana.

En su visita hay que dejarse llevar, olvidarse del tiempo y disfrutar de cada rincón de sus ruinas. Disfruta del patio de armas donde se concentraba y hacía vida la tropa, con las cuadras, cocinas y almacenes, una alberca para el agua de los animales y un oratorio situado en el muro sur. Es en este recinto y también en el muro sur, donde se encuentra el más famoso arco califal, muy similar a los de la mezquita de Córdoba y que servía de puerta principal de acceso al recinto. El arco es doble, lo que facilitaría el ataque desde la parte superior en caso de que el enemigo llegara hasta ese punto.

Patio de armas
Patio de armas

 Otra zona del castillo es el alcázar, donde residía el gobernador militar y los notables del ejército. Se encuentra separado de la zona de tropa por un gran foso, hoy cegado, lo que dificultaría aún más el acceso a estas instalaciones por parte del enemigo. Observa la entrada al alcázar en forma de codo a través de la torre del homenaje de estilo mudéjar, la torre del siglo X llamada de Almanzor, el enorme aljibe para agua potable con capacidad para más de 100.000 litros, la pequeña puerta en el muro norte para salidas discretas, los pasos de ronda en lo alto de la muralla, etc.

Seguro que puedes sentirte un soldado islámico de hace más de mil años o las de algún afamado y valiente general, lo que prefieras. Islámico o cristiano, a tu libre elección. Escudriña el horizonte para estar preparado frente a un ataque y en los días claros puedes ver claramente el castillo de Osma donde los cristianos se hicieron fuertes mucho tiempo, ambos ejércitos a la vista, frente a frente, cada uno atrincherado en su fortaleza.

Arco califal de entrada
Alcázar
Alcázar

 Disfruta del exterior rodeando la fortaleza y podrás apreciar la energía y poderío que aún irradia. En su lado oeste, que no pasen inadvertidos unas estelas empotradas en el muro y que protegían este bastión de las fuerzas oscuras y malignas.

En las laderas del castillo, tuvo lugar una de las batallas más importantes ocurridas en la Península Ibérica entre cristianos y musulmanes. Durante el Califato de Al Hakam II, en el año 975, rompiendo una tregua y aprovechando que el grueso del ejército musulmán se encuentra en el norte de África, el castillo es sitiado por un ejército de coalición liderado por el Conde Castellano García Fernández y compuesto por tropas castellanas, leonesas y navarras. Las crónicas hablan de unos 60.000 soldados.

 El asedio dura dos meses (del 17 de abril a 28 de junio). Los musulmanes envían a su mejor general para liberar la fortaleza, el jefe militar de la Marca Media, el bereber Galib, el cual parte desde Córdoba el día 24 de abril, llegando a Barahona el 7 de mayo donde se reagrupan las tropas. Avanza hasta Berlanga y llega al Castillo de Gormaz por su lado Sur, acampando a orillas del Duero. En la orilla contraria, las tropas cristianas asediando el castillo. El 21 de mayo se libran los primeros combates a orillas del Duero entre los guardianes del único vado del río. Soldados cristianos cruzan el río y son superados por los islámicos.

Las tropas musulmanas se retiran de la zona de Gormaz e instalan su campamento general en Barahona a la espera de nuevas tropas de refuerzo que envían desde Córdoba y que han emprendido camino los días 26 de mayo y 2 de junio. Los cristianos continúan atacando la fortaleza la cual es defendida por las tropas acuarteladas en su interior. El 28 de junio, los cristianos, jaleados por el propio rey leonés Ramiro III, realizan un ataque masivo el cual es repelido a sangre y fuego por las tropas de Galib, ya muy fuertes y numerosas gracias a los refuerzos venidos desde Córdoba. Los cristianos son masacrados en el campo de batalla y perseguidos en la retirada hasta sus propios dominios los cuales son devastados sin contemplaciones.

El Conde Castellano García Fernández, vuelve a intentar la toma de Gormaz y lo consigue finalmente por pacto en el año 978. En el año 983 Almanzor la recupera para su temible e invencible ejército. Desde entonces, ya nunca cambió de manos hasta que la zona fue reconquistada definitivamente por Fernando I de León en el año 1060.

La Villa de Gormaz fue concedida al Cid en el año 1087 convirtiéndose así en Señor de estos lares durante un tiempo.

Tras la caída de Medinaceli en 1124, Gormaz queda definitivamente en la retaguardia de los dominios cristianos, comenzando su declive como fortaleza defensiva.

Muy recomendable por supuesto la visita a la Ermita de San Miguel (S. XI) situada en la ladera del Castillo, las ruinas de la ermita de San Juan, hoy reconvertido en cementerio y el puente romano que cruza el Río Duero y en cuyos alrededores posiblemente fue donde se libró la batalla comentada en el año 975.

Un comentario en «Castillo de Gormaz. Soria»

  • 27 de noviembre de 2022 a las 12:52
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    Hola Rafa, muy amena como siempre tu crónica, la siguiente Soriana 2023 deberíamos empezarla desde San Esteban de Gormaz, así yo por mi parte rendiría homenaje a mi héroe épico «El Cid Campeador» , desde muy niño fui lector del «Cantar del mío Cid», y hoy lo conservo en mi memoria.
    Saludos Ligerianos.

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