Elche sorprende.

Hablar de Elche es hablar de palmeras. De muchas palmeras. Unos 70.000 ejemplares en el casco urbano y unos 200.000 en todo el término municipal. Ni más ni menos. Casi una por habitante. Se trata del palmeral más grande de Europa y a nivel mundial únicamente es superado por algunos pocos palmerales árabes.

La especie de palmera más numerosa en Elche es la Phoenix Dactylifera, traída a esta árida tierra por los musulmanes en los primeros tiempos de su ocupación, allá por el siglo VIII. En cualquier caso, con anterioridad a la presencia árabe en la península, ya hay constancia de la existencia de palmeras en Elche y prueba de ello son vasijas decoradas y huesos de dátiles hallados en diversos yacimientos íberos.

Fueron los musulmanes los creadores de lo que hoy en día se conoce como el Palmeral de Elche. Abderramán I ordenó construir una gran red de acequias para su riego, la cual, 1.250 años después, se mantiene prácticamente intacta y en pleno funcionamiento. En los mejores tiempos de Al Ándalus, se contabilizan un millón de palmeras que proporcionaban, no solo una rica fuente de alimento para la población humana y animal en forma de dátiles, sino también material de construcción para casas, cubrimiento de techos, capazos, escobas, alfombras y un largo etcétera.

Son las aguas salobres del río Vinalopó las que riegan desde hace siglos este enorme oasis en el que también se entremezclan olivos centenarios, granados y ricos huertos con las hortalizas más diversas. Es algo único en el planeta.

Hoy en día, dejando aparte la industria datilera, con ocasión de la Semana Santa, las hojas de palma blanca ilicitanas son distribuidas a todos los rincones de nuestra península, llegando incluso al propio Vaticano.

Río Vinalopó

Dos ilustres personajes pertenecientes a mi familia me unen a esta tierra, mi tío Sebastián (d.e.p.) y mi suegro Antonio, ambos ilicitanos de nacimiento.

Y es con ocasión del reconocimiento a la trayectoria profesional del segundo de ellos por parte del Club Rotario de Elche, lo que ha provocado nuestra visita a esta singular ciudad, fundada, como no, por los musulmanes y al poco tiempo de su desembarco.

Celebra el Club Rotario de Elche una velada en el precioso hotel Huerto del Cura, donde sus miembros, ciudadanos y empresarios de reconocido prestigio, presentan sus proyectos sociales para el nuevo ejercicio y homenajean a varios ilicitanos por la importancia y valía de su labor profesional.

Hotel Huerto del Cura
Elche moderno

Y entre los reconocidos, mi suegro Antonio, el cual, en su discurso de agradecimiento, con tono firme y seguro, declara su independencia en lo que se refiere a ideologías políticas y destaca con energía el poder de la sociedad civil como base fundamental de nuestra sociedad actual.

Su mensaje deja una huella profunda en todos y cada uno de los asistentes al evento, de tal forma que, en las posteriores intervenciones, los ponentes inspiran sus palabras en las de Antonio. Y no es para menos. Su intervención fue simplemente genial. Enhorabuena Antonio.

Durante toda una mañana disfrutamos de forma rápida pero intensa de la ciudad de Elche, donde el ayer homenajeado ejerce hoy como guía turístico, deleitándonos con una entretenida y completa información histórica de la ciudad y su relación con la familia.

Antiguo Casino

Son muchos los edificios familiares por los que pasamos y por tanto muchos los personajes, usos, costumbres y anécdotas que nuestro improvisado guía va comentando. Incluso nos identifica algún inmueble cercano a la plaza del Ayuntamiento y que perteneció a la familia de mi tío Sebastián. No cabe información más completa sobre esta original ciudad.

No debemos olvidar otros edificios y lugares singulares de Elche, como el Palacio de los Altamira (s.XV), construido sobre la antigua fortaleza árabe y utilizado como alojamiento real por Jaime II, Pedro IV y los RRCC; la Torre de la Calahorra (XII), en origen una de las puertas de acceso a la ciudad almorávide; la Basílica de Santa María (XVII), construida sobre la antigua mezquita; los restos de la muralla árabe y los restos arqueológicos de unos baños árabes (XI) recientemente descubiertos en la plaza del antiguo mercado; y un espectacular parque municipal perfectamente cuidado y donde la temperatura disminuye considerablemente gracias a la frondosidad y abundancia de palmeras y otras muchas especies.

Torre Calahorra
Basílica de Sta. María
Baños árabes
Palacio de los Altamira y restos muralla árabe

También tenemos tiempo para los importantísimos momentos gastronómicos de cualquier viaje, visitando, degustando y comprando en el mercado municipal unos embutidos típicos para cocinar un buen arroz con costra y una mojama de atún con una pinta estupenda. El momento culinario estelar llega en la cercana localidad de Santa Pola, en forma de arroz y otras delicias servidas en el Club Náutico en un ambiente estupendo y con muy buena compañía. Pero eso ya, amigos, como viene siendo habitual, es otra historia.

Palacio de los Altamira

3 comentarios en «Elche sorprende.»

  • 6 de agosto de 2023 a las 03:39
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    Muy bien descrita la ciudad y su ventana al mar (Santa Pola )
    Ciudad muy agradable para mi y de grato recuerdo.

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  • 3 de agosto de 2023 a las 14:53
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    Alegro que te gustara la ciudad de la Dama.
    Es un bonito sitio del que disfruté en mis años jóvenes….y recordé en el recorrido de hoy
    ¡Estupendo!!!🤗😍

    Respuesta
  • 3 de agosto de 2023 a las 11:26
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    Como siempre muy agradable de leer,
    y más en estos días de verano y descanso.

    Respuesta

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