Almanzor. El personaje

Abu Amir Muhhamad Abi Amir Al Maafiri, apodado Al-Mansur, “El Victorioso”, más conocido en la cristiandad como Almanzor.

Sin duda, el mejor jefe militar que conoció Al-Ándalus en toda su historia. Entre los años 977 y 1002 dirigió e intervino personalmente en 56 campañas victoriosas tanto contra los cristianos (53) como contra los habitantes del norte de África. La sola mención de su nombre provocaba el pánico entre la población cristiana.

Almanzor fue un verdadero dictador, a la vez genial, carismático, sin escrúpulos, cruel, ambicioso y calculador. Con voluntad de hierro, hábil en la política y de indiscutible maestría militar. Durante 20 años aparece como único soberano de Al-Ándalus, lo que le permite tratar con mano dura a la población, suprimir los privilegios de las castas, humillar a la aristocracia árabe y reorganizar el ejército el cual le será absolutamente fiel durante su gobierno.

Nació en Torrox (Málaga) en el año 940 en el seno de una auténtica familia árabe de origen Yemení, de buen linaje, descendientes directos de Abd Al-Malik el cual participó personalmente con el propio Tariq (en el año 711) en la ocupación de la península ibérica. Como recompensa a la valentía demostrada por este antepasado en la toma de Carteya (Cádiz), se le concedió el castillo de Torrox y tierras aledañas. El abuelo de Almanzor fue nombrado Cadí (magistrado) de Sevilla y contrajo matrimonio con una hija del médico personal de Abderramán III. El padre de Almanzor, Abd Allah Abi Amir, teólogo, transmisor de tradiciones musulmanas y hombre piadoso, falleció en Trípoli durante el regreso de un viaje de peregrinación a la Meca. Su madre, de pura raza árabe y también de buen linaje, se llamaba Burayha.

Almanzor estudió temas jurídicos y literarios en Córdoba y pronto comienza a trabajar en la Administración redactando memorias e instancias como auxiliar de notarios y jueces. Fue nombrado administrador de los bienes de los hijos del Califa Al-Hakam II (hijo de Abderramán III), así como tesorero y curador en las sucesiones intestadas. Además, ejerció como Cadí en la circunscripción de Sevilla y Niebla. Gozaba de la protección de Subh, esposa de Al-Hakam II y madre de Hisham, futuro Califa.

En el año 976, Hisham II es nombrado Califa con 11 años. Almanzor administra sus bienes, es nombrado Chambelán y pronto comienza a asumir personalmente las funciones propias de un Califa. Le bastan cinco años a nuestro protagonista para, una vez eliminados a su estilo adversarios y opositores, asumir plenamente la dirección del Estado, el control de la economía y otro aspecto importantísimo, el control y dirección del ejército. No rinde cuentas de sus actividades, ni siquiera al Califa, el cual se encuentra recluido en Palacio, aislado del mundo exterior, llevando una vida contemplativa, rodeado de lujo y disfrutando de todos los placeres de la vida.

Su condición de “Chambelán” del Califa es lo que permite a Almanzor asumir y apropiarse del control absoluto de Al Ándalus. El “Chambelán”, es el jefe de la Casa del Gobernante y actúa como su representante en actividades políticas, diplomáticas y militares. Dirige el ejército, negocia tratados con el enemigo, dirige campañas contra los cristianos y nombra gobernadores en los distintos territorios de Al Ándalus. Lo que diferenció a Almanzor de otros muchos “Chambelán” anteriores, es que mantuvo siempre al Califa al margen de sus decisiones y sin contar en ningún momento con su opinión o control.

Así, a partir del año 981, Almanzor empieza a ejercer como un auténtico Rey, como auténtico Califa y obtiene, tras demostrar en numerosas batallas que es invencible, el apodo de “Al Mansur Bi-llah”, “El Victorioso por Alá”. Ordena riguroso protocolo regio en sus audiencias, impone que se le besen las manos a los que recibe y se atribuye los títulos de “Señor” y de “Noble Rey”.

En asuntos amorosos, el gran General Almanzor tuvo varias esposas, algunas de ellas obtenidas como moneda de cambio para afianzar acuerdos o garantizar periodos de paz. Por ser las más conocidas, nombramos a Ismá, hija del General Galib, jefe del ejército de la Marca Media y a quien finalmente Almanzor se enfrentó y venció en cruel batalla;  Oneca, hija del Conde de Castilla Garcí Fernández;  Teresa de León, hija del rey Bermudo II de León, la cual, camino a Córdoba, exclamó indignada que “una nación debe confiar la guarda de su honor a las lanzas de sus guerreros y no a los encantos de sus mujeres”;  y Abda Sánchez, hija del rey Sancho Garcés II de Navarra con la cual tuvo un hijo conocido como Sanchuelo el cual ejerció, al igual que su padre, el poder absoluto de Al Ándalus durante un breve periodo de tiempo.

2 comentarios en «Almanzor. El personaje»

  • 2 de diciembre de 2021 a las 18:26
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    Extraordinario. Y lo de Calatañazor .. y el tambor será entrega?

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    • 3 de diciembre de 2021 a las 06:43
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      ¡Por supuesto! En la tercera entrega hablaremos de Calatañazor y de lo que allí no ocurrió.

      Respuesta

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