La primera en solitario. 25/09/2021

Como esto del virus ha puesto el contador del tiempo a cero y se habla de una nueva era y parece que volvemos a la normalidad, el fin de semana del 25 de septiembre me hice la primera escapada en solitario y a uno de los lugares más despoblados de Europa, al norte de la provincia de Soria, en el límite fronterizo de Tierras Altas. Esta escapada era preparatoria para la XI Ruta Soriana que celebraríamos a mediados del mes de octubre.

El Defender da muestras de fortaleza arrancando sin problema e inicio un lento avance por carretera esperando que me entre la inspiración para tomar un rumbo concreto. A 8 km de la capital, en el pueblo de Garray, veo una tiendecita y paro de inmediato para aprovisionarme de agua y algo de comida pues, para variar, no había tenido en cuenta estos aspectos. La decisión es acertada pues en las próximas ocho horas no habrá nada que me pille de paso para cubrir estas necesidades.

Con esta breve parada y en la que el tendero me informa que la fábrica de embutidos de un pueblo cercano ha vendido todas sus existencias y no habrá más genero a la venta hasta pasado el invierno, tomo unas rápidas pistas de tierra que me llevan hasta Fuentecantos donde paro unos minutos a ver la iglesia románica que milagrosamente está abierta y llena de fieles celebrando algún evento. Siguiente parada en Portelrubio, donde de nuevo se cumple el milagro y encuentro la iglesia abierta con una anciana señora tirando de una cuerda tocando las campanas. La mujer se sorprende al verme y me enseña la pequeña iglesia de manera rápida, me cuenta que quedan dos vecinos en el pueblo y que en su día vendieron la casa del cura y la huerta para arreglar el tejado. La pena fue que no obtuvieron más ingresos pues la iglesia necesita una profunda intervención. Abre una pequeña y oscura habitación donde guardan con celo una preciosa pila bautismal románica y en la que, según me informa mi nueva amiga, ella misma fue bautizada.

Iglesia Fuentecantos. siglo XII
Iglesia Fuentecantos. Ábside. S. XII
Iglesia Portelrubio
Pila bautismal románica en Portelrubio, siglo XII

Parada en Fuentelsaz para contemplar un templo románico muy rústico y donde tomo la pista que sube al Cerro de San Juan donde en mi opinión hay una de las mejores vistas de la provincia. Numancia, la ciudad de Soria, el Valle del Tera, Sierra Carcaña, Cebollera y hasta el Moncayo te esperan en el alto.

Bajando el cerro entro de lleno en rápidas pistas de tierra y realizo pequeñas paradas en pueblos cuyo nombre desvela el origen de sus primeros habitantes, cuando a comienzos del siglo XI la zona fue repoblada por el rey de Navarra García Sánchez. Sepúlveda de la Sierra, Cubo de la Sierra, Segoviela, Arévalo, Torrearévalo…. Paseo por cada uno de los pueblos buscando sus antiguas iglesias muchas de ellas con algún resto románico y me cruzo únicamente con un total de dos personas.

Sepúlveda de la Sierra
Cubo de la Sierra
Segoviela
Arévalo de la Sierra
Torrearévalo

En este trayecto abundan los castros, fechados entre los siglos VI a IV a.C., algunos fáciles de identificar en los diferentes promontorios. Se trata de los primeros asentamientos fijos de la provincia y son muy interesantes de visitar siempre que dejes volar la imaginación.

Atravieso por su ladera sur la Sierra del Alba y la de Montes Claros hasta llegar a Ventosa de la Sierra y Estepa de San Juan, donde tomo una curiosa pista que me lleva al Puerto de Oncala, línea fronteriza entre la España vacía y la España más vacía aún. Bienvenido a Tierras Altas de Soria, tierra de trashumantes, tierra de gentes recias y austeras, la tierra de mis antepasados.

En el alto de Oncala, como siempre, hace frío y mucho viento. Es el momento de parar y prepararme un buen bocadillo de pan y lomo soriano. El sitio de parada lo escojo con precisión y durante mi austera comida disfruto de un paisaje realmente espectacular presidido de nuevo por el Moncayo y un gran valle hasta la propia ciudad de Soria e incluso más allá. Utilizo el Land Rover como cortavientos.

Altos de Oncala
Moncayo

Continúo mi recorrido por el alto de Oncala y en una encrucijada de caminos freno en seco para hacer algo que hasta ahora no había hecho jamás: con las manos temblorosas por la novedad, cojo el móvil y pongo en funcionamiento una aplicación GPS que me descargué hace unos días y a propuesta de uno de los seguidores de este blog y que ha realizado alguna de las rutas por mi presentadas. Se abre ante mí un mundo nuevo, un mapa con todo tipo de detalles y me doy cuenta de que no estoy muy lejos del pueblo de Valtajeros, al cual me dirijo inmediatamente para visitar una de las mejores iglesias fortificadas de la provincia de Soria.

Iglesia fortificada de Valtajeros. Siglo XII
Valtajeros. Detalle elementos defensivos

Aún con cargo de conciencia por la utilización de la técnica más moderna de orientación, vuelvo al punto de origen y consulto de nuevo mi nueva aplicación. Prácticamente no me queda batería, por lo que soy consciente de que se acabó el GPS por hoy. Tomo nota mental de la ruta a seguir en mi camino de vuelta. Llego directo al Santuario de la Virgen del Almuerzo.  Impresionante, en mitad de la nada. El silencio es absoluto y la sensación de soledad aún más. El sitio da bastante respeto.

Ya en Narros accedo a carretera asfaltada hacia Soria donde finalizo esta solitaria ruta en la Ermita del Mirón donde hay una espectacular panorámica de toda la ciudad. Ya está anocheciendo, es momento de irse a casa.

Soria, 25 de septiembre de 2021.

Ermita Virgen del Almuerzo
Iglesia Narros

Narros

2 comentarios en «La primera en solitario. 25/09/2021»

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