Por la Rioja Baja. Junio 2022

Desde mis inicios en el mundo del Land Rover, allá por el año 88 del siglo pasado, he tenido siempre bastante relación con La Rioja y me siento muy confortable cuando me interno en este territorio. Atrás quedaron decenas de incursiones por estas tierras a través de la Sierra de Cebollera para continuar por la Sierra de Los Cameros durante varios días de aventura o aquellos días de fiesta en la capital celebrando el tan siempre respetado San Mateo y con acompañantes de lo más variado.

Por eso, cuando mi hija mayor me dice que una amiga de la Universidad las invita a las fiestas de su pueblo riojano, no tardo en ofrecerme como chófer, pero no de guía, pues son otros los menesteres que las motivan en este viaje.

Primera parada en Pradejón donde la juventud pronto se pierde por las calles para disfrutar de las fiestas durante el fin de semana. Adiós, nos vemos el domingo.

 Nuestra base la situamos en Calahorra, a unos 10 km. de Pradejón. Se trata de la segunda ciudad en importancia de La Rioja y con mucha historia. Por toda la ciudad hay restos de la ocupación romana (siglo II a.c. hasta el IV d. c.), adquiriendo en esa época el nombre de Calagurris y siendo ciudad de mucha importancia como demuestran los restos de un circo romano, templos, termas, murallas y diversas mansiones. A lo largo de los siglos posteriores, Calahorra mantiene su importancia, dando fe de ello su Catedral, el Palacio Episcopal o la judería. Merece la pena darse un paseo por el casco viejo, eso sí, no siempre muy bien cuidado, pero que incluso lo hace aún más auténtico y permite trasladarte a la Calagurris de hace cientos de años. En esta parte de la ciudad abundan las cuestas y las calles laberínticas y estrechas donde podrás ir disfrutando de los tesoros que aún se conservan.

Casco antiguo Calahorra
Puerta Romana. Calahorra
Catedral de Calahorra
Canalización Romana
Rollo de justicia

La Rioja ha sido zona de conflicto durante cientos de años, no solo por la riqueza de sus tierras regadas por el Ebro, sino también por su situación estratégica como punto de control en la zona norte de la península. Musulmanes, navarros, aragoneses y castellanos guerrearon sin descanso en estas tierras, por lo que es sencillo localizar y disfrutar de multitud de fortificaciones y restos medievales. Hoy nos encontramos en el valle del río Cidacos, intensamente vigilado y muy fortificado ya desde tiempo de los romanos.

Nuestra primera parada es el castillo de Quel. Se puede acceder en coche hasta el mismo castillo, lo cual es de agradecer pues, a pesar de ser las 11 de la mañana, el calor es asfixiante. Se trata de un castillo en ruinas, pero bien consolidadas, lo que evita que siga deshaciéndose lentamente. Las vistas del valle de Cidacos y del propio valle del Ebro son espectaculares y hay contacto visual con otros castillos que conforman este cinturón defensivo como el de Arnedo y Autol.

Castillo de Quel
Castillo de Quel

Se dice que el origen de este castillo se encuentra en una torre romana que protegía el paso por la vía romana que unía Calagurris y Numancia. Los musulmanes edificaron un castillo el cual después fue ocupado por los cristianos, siendo del siglo XV las ruinas actuales. Impresiona la buena conservación del aljibe, una bodega bajo la estancia del Señor del castillo, así como la torre del homenaje a la cual se puede acceder al interior donde se aprecian las tres plantas y las escaleras de acceso a cada una de ellas. Poca vigilancia necesitaría el lado sur del castillo pues está edificado al borde de un acantilado de 100 metros a cuyo pie se encuentra el actual pueblo de Quel. No dejo de sorprenderme al ver este tipo de construcciones y preguntarme cómo eran capaces de llevarlas a cabo. Alucinante.

Castillo de Quel

Tomamos rumbo a Arnedo y aparcamos en las cercanías de su castillo. Con el coche se accede hasta un aparcamiento cercano y de nuevo lo agradecemos. La ola de calor va tomando intensidad y no hay duda de que está debilitando nuestros cuerpos, pero no nuestras mentes. Iniciamos el breve pero empinado recorrido hacia el castillo. Está rehabilitado recientemente y no está permitido el acceso. No obstante, en los alrededores han instalado una plataforma desde la cual se aprecia perfectamente el castillo, el entorno y todo el pueblo de Arnedo.  A pesar del calor agobiante, no tenemos prisa en abandonar la plataforma pues las vistas son espectaculares. El castillo es de origen musulmán (s. IX) y era el principal en la línea de defensa y vigilancia del valle del Cidacos. Perteneció a la familia de los Banu Casi, quiénes realmente eran una estirpe visigoda, el Conde Casius, convertida al islam en el momento de la invasión sarracena. Durante el siglo X el castillo cambia de manos musulmanas a cristianas en varias ocasiones, hasta que finalmente, en el año 1029, pasa al dominio castellano. Durante los siglos XII y XIII es objeto de disputa entre castellanos, navarros y aragoneses, quedando al fin para los castellanos.

Castillo de Arnedo

Nos desplazamos por carreteras muy solitarias hasta el Monasterio Cisterciense Nuestra Señora de Vico. Cuenta la leyenda que, en este lugar, en el siglo X, estaba asentada una colonia musulmana a cuyo jefe se le apareció la Virgen y le pidió que se convirtiera al cristianismo y que construyese en aquel lugar un monasterio para darle culto. Sin perjuicio de esta leyenda, está claro que en esta zona hubo ermitaños, que la primera referencia escrita del santuario es del siglo XIII y que la imagen de la Virgen de Vico es románica (s. XII). Hoy es un monasterio cisterciense femenino, ubicado en un lugar que únicamente inspira paz y tranquilidad y en donde se ha construido una moderna, pequeña, bonita y acogedora ermita en recuerdo posiblemente del primer santuario que cuenta la leyenda. Merece la pena la visita y dar un paseo por los alrededores.

Monasterio Nuestra Señora de Vico
La Virgen se aparece al musulmán
Monasterio Nuestra Señora de Vico

A pesar de que el ambiente sahariano se encuentra en su apogeo y que aumenta nuestro cansancio físico, cierta fatiga y sobre todo pesadez en las piernas, nos dirigimos a Préjano para disfrutar de su impresionante torre que data al menos del siglo XII, sin perjuicio que los restos actuales son del XV. Ha sido restaurada recientemente y muy bien, por cierto. El sitio es realmente bonito y de incalculable valor.

Torre en Préjano
Torre en Préjano

Entramos al bar del pueblo para hidratarnos en un lugar fresco, pero no nos entretenemos mucho pues una de las vecinas se encuentra muy entregada jugando con su hijo pequeño (de unos 4 años) y con un volumen de gritos y voces que hacen realmente incómoda la estancia en tan pequeño lugar. En el fondo están en su casa… Atrás queda la madre sorda, lo supongo por los berridos que daba y nos dirigimos a Arnedo pues en la Posada del pueblo, que tiene muy buena pinta, lo tienen ya todo reservado para comer.

Préjano

En Arnedo y por pura casualidad paramos en el primer sitio que vemos cerca de la carretera. Es un asador llamado Ciudad de Arnedo. Al entrar quedamos sorprendidos pues es un salón muy grande, con una jaula enorme para juego de los niños y en el centro una mesa ocupada por una familia celebrando las bodas de oro de los abuelos y un par de mesas vacías para dos comensales. Si bien la primera reacción fue la de dar marcha atrás, no lo hicimos pues el camarero nos recibe con una gran sonrisa y de forma muy amable. Con incertidumbre tomamos asiento y pedimos el menú especial: Para compartir, una ensalada y croquetas. De segundo, un solomillo de cerdo a la brasa y un chuletón de ternera. Pan, agua y vino. Al minuto nos sirven una ensalada enorme, muy variada y realmente buena. Al probar los espárragos, aspecto éste muy a tener en cuenta para saber si el sitio es de calidad, se disipan todos los miedos de habernos equivocado. Está todo excelente. Las croquetas buenísimas y para qué contar el chuletón y el solomillo. A la hora de pagar la dueña me enseña con orgullo el justificante de compra de los chuletones y con la garantía de los 40 días de periodo de maduración…. vaya asco, a mí no me va nada el chuletón y mucho menos con 40 días en el pudridero…. yo fui el del solomillo.

Con la barriga llena iniciamos vuelta hacia Calagurris, pero a la salida de Arnedo vemos unos acantilados con unas cuevas y paro en la gasolinera de enfrente para hacer unas fotos. Y ya que estamos, aprovechamos para meter el Nissan en una máquina de lavado, creo que ha sido la primera vez, como mucho la segunda y eso que tiene más de 300.000 km. Y ya que estamos y aquí es gratis, controlo la presión de los neumáticos y lleno el depósito de gasoil con el generoso y popular descuento de nuestro Gobierno. Un completo. Nada como salir de la rutina para hacer cosas diferentes y nuevas.

Arnedo
Arnedo

Vuelta a Calagurris donde descansamos un rato en el hostal en unas sillas apostadas en la acera y disfrutamos de la tormenta que por fin refresca algo el ambiente. Descansar en la silla de la acera me trae recuerdo de Marruecos….

Gran paseo por la ciudad para conocer el casco viejo y finalizamos nuestra ruta en el afamado bar “Sabor.es”.  De nuevo volvemos a acertar en la gastronomía pues es uno de los mejores bares de tapas del pueblo y damos fe de ello. Casi se me olvida, antes me di un gran corte de pelo de la mano de un bereber. Nada como tener tiempo para estas cosas.

¡Nos encontramos en la mayor zona de producción de España de champiñones!

5 comentarios en «Por la Rioja Baja. Junio 2022»

  • 17 de julio de 2022 a las 12:24
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    Estupendo recorrido y una lección de historia de nuestro país y de sus cosas estupendas y desconocidas para la gran mayoría.
    Me ha resultado muy interesante y enriquecedor. 👍
    Gracias 👍 🙂 merecerá la pena pasar calor o frío e ir nada más que se pueda.

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  • 16 de julio de 2022 a las 12:09
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    Cuando leí el Quijote, recuerdo partirme de risa con las historias que le ocurrían en las Ventas por las que pasaba…ahora me parto por ejemplo con lo que cuentas del bar de Préjano (jajaja, muy bueno). Interesante recorrido. Me gustan los restos romanos (y toda construcción en general), como la foto de la Canalización romana en Calahorra: lección de Ingeniería Sanitaria de los romanos, que después abandonamos en el medievo (pestes, epidemias, etc.), para retomarla siglos más tarde. ¡Enhorabuena, pese al calor que habrás pasado a ratos!

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  • 15 de julio de 2022 a las 20:07
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    Como siempre, he disfrutado con el recorrido y hasta la boca se me hizo agua, con el almuerzo..
    Salud para seguir disfrutando de estas salidas ,que no son programadas pero resultan muy gratificantes…🤗😘

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  • 15 de julio de 2022 a las 20:01
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    Pasó un buen rato leyéndote y me entero de cosas que nunca sabría y por sitos que nunca he pasado bravo👏👍

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